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Ecuador: En 2021 se multiplicó el dolor

A nivel nacional, 2.464 personas fueron asesinadas este año. Los hechos violentos se duplicaron en el país. Dos familias cuentan sus pesares

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Tomás Obando ha tenido que enfrentar el dolor por la muerte de su hijo, suscitado en octubre.Christian Vinueza

Ha sido el año más duro de sus vidas. Enfrentaron la angustia y el dolor por el asesinato de un ser querido. Hoy, en 2.464 hogares ecuatorianos (ver infografía), no habrá fiesta ni algarabía para despedir el 2021, año en que sus corazones se pusieron de luto.

EXTRA recogió los dolorosos testimonios de dos familias que este año experimentaron la pérdida de uno de sus parientes, producto de la violencia imparable.

El domingo 17 de octubre, una desgracia marcó a Tomás Obando. Ese día, Sebastián, de 11 años, el mayor de sus dos retoños, fue víctima de una bala perdida mientras esperaba un helado, en un local ubicado en las calles Rosa Borja de Icaza y Maracaibo, sur de Guayaquil.

“Debemos darle más tiempo a nuestra familia, especialmente a nuestros hijos. Abrácenlos. No sabemos en qué momento la vida nos los arrebata”.Tomas Obando, padre de niño asesinado

Desde ese momento las vidas de Tomás, su esposa y su hijita de 6 años, dieron un giro radical. Atrás quedaron los planes de una Navidad llena de amor. La alegría y los festejos para celebrar el año que hoy culmina también se esfumaron como la vida del pequeño, quien soñaba con ser diseñador gráfico, como su padre.

“Terminamos el año llenos de dolor. El asesinato de nuestro hijo nos cambió la vida, nos marcó. Llegar a nuestro hogar nos agobiaba y nos llenaba de tristeza, porque en esa casa están los recuerdos de los momentos que vivimos con nuestro Sebastián. Nos mudamos”, cuenta Tomás, de 32 años.

Sus ojos se humedecen cada vez que pronuncia el nombre de su hijo. Antes de continuar su relato, Tomás hace una pausa y mira fijamente por algunos segundos una taza blanca que adorna el escritorio de su oficina y en la cual está impresa una foto suya con su Sebas, como llamaba de cariño a su niño. “Los tres últimos días, antes de ser asesinado, mi hijo los pasó aquí. Nos encantaba estar juntos. Hoy estaríamos comprando los chispeadores”, cuenta con nostalgia el guayaquileño.

“Nada me lo devolverá y este año no se borrará de mi memoria”. Del desconsuelo, Tomas saca fuerzas para enviar un consejo a los ecuatorianos: “que pasen más tiempo con sus seres queridos, especialmente con sus hijos.

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Los hijos, la esposa y la hermana de Jhon Campuzano, asesinado en noviembre pasado, piden justicia.Christian Vinueza

Otro hogar atribulado

Un dolor similar embarga a los familiares de Jhon Roger Campuzano Triviño, excontador de Ecuagran S. A. que fue asesinado el pasado 13 de noviembre en la segunda masacre registrada en el Centro de Rehabilitación Social de Varones N.º 1 de Guayaquil. Su crimen y el de otros 61 reos engrosaron la lista de privados de libertad asesinados en lo que va del año: 330.

Este 2021 sus familiares no celebraron Navidad y hoy tampoco despedirán el año con el mismo entusiasmo de épocas anteriores. Jhon ya no está y su repentina partida ha causado una profunda pena en sus seres queridos.

Jomaira Campuzano, su hija, lo recuerda como el hombre que iluminaba el hogar con su entusiasmo. “Mi padre ayudaba a poner el árbol de Navidad. Este año no lo pusimos, estamos demasiado golpeados. Él hacía el monigote, lo mandaba a coser y lo llenaba con papel periódico, ponía música, bailaba”, recuerda la joven.

Durante la entrevista, Jomaira, Jenny (su madre), Jhon (su hermano) y Mildred (su tía), sostenían un cartel con la leyenda ‘Exigimos justicia’.

Ese mismo sentimiento seguramente hoy embarga a todas las familias a las que una mano criminal les arrebató a un ser querido y cuyo puesto en la mesa, en la víspera del nuevo año, estará vacío.