Juan Carlos Pinzón: “Es un vil secuestro”

El exministro de Defensa de Colombia, exembajador en Estados Unidos, exsecretario privado de Juan Manuel Santos a su paso por el Ministerio de Hacienda y actual aspirante a la vicepresidencia de Colombia, Juan Carlos Pinzón Bueno, habló en exclusiva para Diario EXTRA en relación con el secuestro del equipo informativo de El Comercio y sobre diversos temas de interés relacionados con la tensa situación que se vive en la frontera colombo-ecuatoriana.

Pinzón Bueno se refirió al secuestro del equipo informativo del periodista, Javier Ortega; el fotógrafo, Paúl Rivas; y el conductor, Efraín Segarra, como “un vil secuestro que merece ser perseguido”.

Expresó que los comunicadores están “secuestrados y no retenidos porque no hay que conceder, de ninguna manera, la idea de que están retenidos o invitados a un diálogo, eso es un secuestro vil y merece ser perseguido por las Fuerzas Armadas de Colombia y del Ecuador en coordinación perfecta hasta que esas estructuras desaparezcan”.

El exalto funcionario de Colombia envió a los allegados de las personas secuestradas un mensaje: “A estas familias toda nuestra consideración, me tocó manejar mucho de estos casos de secuestro y actividades criminales, hay que mantener la calma es mi consejo a estas familias y toda la solidaridad porque es muy lamentable que la falta de autoridad frente a los criminales pongan en juego la vida. Ellos no tienen por qué estar viviendo esta situación”.

Frontera sensible

Del tema de la situación fronteriza, Juan Carlos Pinzón dijo que “es inestable y afectada por diferentes problemas”.

¿Qué pasa en la frontera?

“Hay que reconocer que muchas de las figuras del narcotráfico viven del lado del Ecuador, trabajan del lado colombiano y, por supuesto, que todo ese dinero criminal e ilegal está afectando la estabilidad de ambos lados de la frontera”.

¿Ha decrecido la guerra contra el narcotráfico?

“Hace unos años -en contra de mi opinión- Colombia tomó la decisión de suspender las actividades de aspersión y erradicación forzosa y eso ha disparado los cultivos de la coca en esa zona, la producción de cocaína crea un problema de inestabilidad, incluso económico en la región, pues indudablemente distintas estructuras criminales, de lado y lado de la frontera, se benefician hoy de esta situación y, por supuesto las autoridades se ven limitadas y cortas en este problema”.

¿La delincuencia pernocta en Ecuador y actúa en Colombia?

“Juegan en ambos lados de la frontera, aprovechan donde más cómodo estén en un momento dado. En tiempos que era Ministro de Defensa definitivamente teníamos una presión muy fuerte en la zona frontera del lado colombiano, entonces, las organizaciones vinculadas a las FARC (extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) pernoctaban y permanecían allí (en Ecuador) para evitar la acción ofensiva de las autoridades colombianas. Hoy en día debe estar ocurriendo que de ambos lados de la frontera hay un aprovechamiento de la situación”.

¿Por qué es tan difícil controlar la zona de frontera entre Colombia y Ecuador?

“La verdad es que es una frontera extensa, selvática, llena de complejidades geográficas. Pero también puedo decir que ‘cuando se quiere se puede’ y en la medida en que las autoridades de ambos lados tomen decisiones concretas, dispongan del pie de fuerza y de los equipos policiales y militares en esa zona, con certeza se puede mejorar el control y darle mayor estabilidad a la frontera”.

¿La disminución de los efectivos de fuerzas militares colombianas afectó de alguna manera la contundencia en el actuar contra esas organizaciones?

“Fueron medidas que se tomaron de tiempo atrás, hace unos 3 años -insisto a mi salida del Ministerio de Defensa- donde seguramente se crearon o facilitaron las circunstancias y terminaron tomando más comodidad las organizaciones criminales en esa zona, pero, reitero, que cuando se quiere actuar se toman decisiones contundentes, el accionar de los criminales se limita y se empiezan a producir resultados importantes y mejora la seguridad de los colombianos y de los ecuatorianos”.

¿‘Diversificó’ el proceso de paz en Colombia a los actores del conflicto y eso afecta la seguridad en Ecuador y Colombia?

“La presencia de los carteles mexicanos en territorio ecuatoriano y colombiano, la presencia de grupos armados de distinta índole realmente crea dificultades, hay que decirlo, esa es la historia que Colombia vivió y eso no se le puede dejar crecer nuevamente porque indudablemente penetran las organizaciones civiles, las autoridades locales y las organizaciones militares y de policía y la misma justicia. Por eso hay que tener una acción determinada contra esas formas de criminalidad que terminan expresadas en mafias que buscan tomar el control del territorio para beneficiar sus negocios”.

¿Alias Guacho es una de las consecuencias del proceso de paz en Colombia y un ejemplo de lo que ya se le vino encima a otros países?

“Este es uno de los tantos bandidos que es jefe de estructuras criminales.

No se pierda la segunda parte de esta exclusiva en la edición impresa de Diario Extra del jueves 5 de abril de 2018.