¡Sexoservidoras ‘duchas’ en tres materias!

Camila admitió que no podía usar una computadora. Ahora, al menos sabe cómo funcionan los programas básicos que tiene esta máquina tan indispensable en la vida moderna.

Ella es trabajadora sexual del Centro Histórico de Quito. La mujer, al igual que otras nueve de sus compañeras, formó parte de un curso de capacitación en informática, contabilidad e inglés organizado por el Municipio a través de la Universidad Central.

Walter Villavicencio, profesor de la casona universitaria, admitió que fue una experiencia muy grata. “Nosotros nos complacemos en llevar a cabo esta actividad y en un futuro espero que prosigamos con el mismo empeño”, dijo.

Desde noviembre del año pasado hasta enero, las sexoservidoras se organizaron para recibir clases durante la mañana. Camila, por ejemplo, no tenía inconvenientes con el horario ya que su tarea la ejerce en la tarde.

Asistía puntualmente al curso, que duraba dos horas diarias. Su afán de superación la llevó a ser la mejor puntuada en las tres áreas que se impartió a las chicas. “Una hace lo que hace por falta de oportunidades. Esto es una muestra de que nos queremos superar”, confesó la trabajadora.

Ella ha estado en esta labor durante 10 años, desde que llegó de su natal Colombia. Camila es reservada y solamente precisó que tenía dos hijos. Con su actividad ha logrado mantenerlos, pero no quiere estar mucho tiempo con su actual profesión.

La mujer, de 37 años, tiene planeado aplicar sus conocimientos en contabilidad para ahorrar dinero y administrar un hotel.

Un nuevo chance

No todas las participantes asistieron a la entrega de certificados, que se realizó en el Cuerpo de Bomberos del norte de Quito, el 2 de marzo. Sin embargo, no todas quienes estuvieron en la capacitación eran trabajadoras sexuales. Allí también estaba Mónica Orozco, defensora de los derechos de las sexoservidoras, quien recibió una buena noticia.

La representante de las mujeres será una nueva integrante de la Secretaría de Seguridad de la Alcaldía. Orozco se sentía emocionada porque tenía un nuevo chance para seguir ayudando a las damas que laboran en la calle del centro capitalino. “Mi meta es ayudar a las mujeres mayores, que siguen en esta tarea”, comentó.

Juan Zapata, secretario de seguridad, acotó que estas iniciativas se realizan para visibilizar a las trabajadoras. “Es una realidad que vivimos y a la cual nos tenemos de adaptar”, explicó el miembro municipal.

Puntualizó que este es el primer curso, aunque con ello seguirán dándose estos talleres en beneficio de más personas.