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#NosFaltan3: ¿Quiénes son los secuestrados en Mataje?

Familiares, periodistas, artistas y diversos usuarios de medios electrónicos han puesto su voz y sus letras en la demanda de la liberación de Paúl Rivas Bravo, Javier Ortega Reyes y Efraín Segarra Abril, secuestrados en la provincia de Esmeraldas, el l

SECUESTRADOS
Quito. El domingo 1 de abril, durante un plantón, se pidió la liberación del equipo periodístico de El Comercio, secuestrados hace una semana.Karina Defas / Extra

Paúl es fotógrafo, padre de familia e hincha de Liga de Quito. Javier es periodista, fanático del Barcelona de España y atleta aficionado. Efraín es conductor profesional, adopta animales de la calle y es hincha de Deportivo Quito.

Ellos son los tres ecuatorianos, trabajadores de Diario El Comercio, quienes fueron secuestrados en Mataje —provincia de Esmeraldas— hace una semana. Son siete días en los que la frase ‘Nos Faltan Tres’ ha resonado en las calles del país, en las que se han convocado vigilias y plantones —a través de redes sociales— en los que se reclama su pronta liberación. Diversas personalidades se han unido al llamado y a la lucha, con el fin de no escatimar esfuerzos para traerlos de regreso.

Sus familiares dieron a conocer, no solo sus identidades, sino también sus virtudes e historias: buscan sensibilizar a sus captores para que los regresen sanos y salvos a casa, donde los esperan ansiosamente. En una emotiva presentación, el domingo 1 de abril los familiares revelaron las identidades y las fotografías de Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra.

“Agradecemos de todo corazón todas las muestras de solidaridad en estos días de tristeza, han sido un aliciente en medio de todo el dolor que experimentamos. Pese a ello, estamos fuertes, hacemos el seguimiento de todo lo que sucede, estamos y estaremos atentos y vigilantes”, dijo uno de los parientes en una reunión con medios de comunicación.

Paúl Rivas

El fotógrafo cumplirá 46 años el próximo 25 de abril. Sus familiares y amigos desean celebrar esa fecha junto a él. Ha trabajado como fotoperiodista en El Comercio desde hace más de 20 años. Su sagacidad le ha permitido adjudicarse diversos premios a nivel nacional.

Es conocido entre sus amigos por sus bromas y, sobre todo, su lealtad. Rivas colecciona antiguas cámaras de fotos, las cuales atesora, y también tiene una pequeña colección de camisetas del equipo de sus amores, Liga de Quito, que ha seguido desde que era un niño.

Javier Ortega

Tiene 32 años, se graduó de periodista en la Universidad Salesiana y combina su tiempo entre su profesión y su pasión por el fútbol. En su habitación hay decenas de afiches y artículos promocionales de su equipo preferido, el Barcelona de España y, especialmente, de su ídolo: Lionel Messi.

Vivió en España por algunos años, pero su amor por Ecuador lo trajo de regreso al país que lo vio nacer. Desde su ausencia, las cosas en su habitación han estado intactas: los padres, los tíos, los primos de Javier no se animan a mover ni un solo objeto, pues quieren que él encuentre su espacio tal y como lo había dejado.

Ha trabajado en el diario capitalino desde hace ocho años. Además de ser seguidor del fútbol profesional, también lo practica, de forma aficionada. Ha participado en algunas ediciones de la tradicional carrera atlética Últimas Noticias 15K.

Efraín Segarra

Humilde, atento, trabajador. Así es como lo define su familia. En su teléfono celular hay decenas de ‘selfies’ de todos los lugares que visitó por trabajo, mismas imágenes que ha compartido, con todos su amigos y familiares, en Facebook.

Pero su mayor virtud es su capacidad de ‘hacerse amigo’ de los animales de la calle. Tiene un don para que los animalitos confíen en él, y eso le ha permitido adoptar a diversas mascotas que encontró y rescató de las calles. Tiene perros y gatos, a quienes cuida celosamente. Además de sus hijos, esposa y demás familiares, sus animales esperan con ansias su regreso.

Paúl, Javier y Efraín fueron secuestrados mientras realizaban su labor periodística e informativa acerca de los diversos atentados que los pobladores han vivido en las últimas semanas. Han pasado siete días desde la última vez que sus familiares los vieron y escucharon sus voces.

“Los esperamos en casa, están en nuestros pensamientos a cada segundo. Sepan que tienen miles de personas que todos los días despiertan con la esperanza de saber que han vuelto. No están solos, no descansaremos hasta que se reúnan con nosotros en un abrazo”, finaliza un comunicado emitido por El Comercio.