El ecuatoriano Juan Hernández, de 22 años, puso de cabeza a las autoridades ‘gringas’ luego de que ‘secuestrara’ el histórico barco de bomberos John J. Harvey, propiedad del Fire Department of New York (FDNY) para pegarse “un paseo nocturno” como si fuera suyo.

Hernández, quien es identificado como migrante en condición de calle y que habría ingresado a ese país de manera ilegal, fue liberado luego de su ‘hazaña’, pero al día siguiente quiso ‘demostrar’ que era un ladrón de barcos e intentó llevarse una embarcación aún más grande que la de los bomberos.

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De acuerdo con lo revelado por medios digitales y prensa hispana en ese país, que tomaron con gran revuelo la noticia, supuestamente Hernández se apoderó del antiguo barco, hoy usado más para viajes culturales por el puerto de Nueva York, alrededor de las 02:30 del jueves 10 de abril.

Según los informes emitidos por las autoridades, una vez que zarpó del puerto y de llevarlo por el río Hudson en la madrugada, estuvo a la deriva durante unos 30 minutos antes de quedarse atascado.

Al verse impedido de seguir, Hernández saltó al agua y nadó hasta tierra, donde enseguida intentó abordar un velero de 25 pies que encontró en su camino. “Intentó arriar las velas del segundo barco, pero fracasó”, dijeron los policías, quedando otra vez a la deriva durante otra media hora hasta el muelle 51 cerca de Jane Street.

Una vez detenido, Hernández fue acusado de dos cargos de “hurto mayor de automóvil”, en relación a la toma del barco histórico del FDNY. Sin embargo, el viernes fue liberado sin derecho a fianza, en algo que parecería ser un error judicial, pues pocas horas después habría intentado subir a bordo de un barco aún más grande, en Manhattan.

Se trata del Frying Pan, un buque faro de 133 pies que cuenta con un popular restaurante flotante en el Muelle 66. Sin embargo, un trabajador de la embarcación se dio cuenta de su presencia y lo confrontó. El ecuatoriano simplemente respondió ‘puteándolo’ y luego se retiró.

Según el medio de prensa El Sol, “la revista de hispanos en EE. UU.”, como se califica, se cree que Juan Hernández ingresó ilegalmente a Estados Unidos a través de El Paso, Texas, en 2022.

Después de ser atrapado, dice el medio citando fuentes policiales, supuestamente se saltó una audiencia en el tribunal de inmigración en Boston en algún momento y terminó en la Gran Manzana.

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Angela Krevey, copropietaria de Muelle 66, informó que “llamamos a la policía. La policía dijo que no podía hacer nada porque es un hombre libre”. Agregó que “si fue acusado de dos cargos de hurto mayor, ¿por qué fue puesto en libertad? No entiendo esta ciudad, realmente no".

Además, a Krevey le preocupa que Hernández esté loco y pueda intentar zarpar una vez más. “Si cree que su pasaporte está a bordo, podría regresar, y eso es lo que tememos. Podría regresar con más gente (...) No sé si esté mentalmente estable".

El barco secuestrado por el ecuatoriano lleva el nombre del bombero del FDNY John J. Harvey, quien murió mientras cumplía su deber combatiendo el incendio de otra embarcación.

Puesto en actividad en 1931, fue una primicia histórica para su época: el primer barco de bomberos que podía bombear y maniobrar simultáneamente. Era la máquina de extinción de incendios más grande y rápida de su tiempo, capaz de bombear 18.000 galones por minuto, el equivalente a 20 camiones de bomberos terrestres.

Desarmado en 1994, Harvey fue salvado del depósito de chatarra por un grupo de voluntarios y restaurado como museo operativo y centro educativo, ofreciendo viajes públicos gratuitos en el puerto de Nueva York.

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