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Electrocutado por impedir supuesta agresión sexual

Anny Bazán, Guayaquil
En pocos días Edwin cumpliría 14 años y eso lo tenía emocionado. Pero el pasado viernes el chico le pidió a su madre que deseaba quedarse en casa, porque no se sentía bien de salud.
Aunque le tomó por sorpresa el pedido de su hijo, porque a él le gustaba asistir a clases, ella aceptó al ver su semblante entristecido.
Al mediodía, el chico y Jacqueline (su madre) almorzaron. Al poco tiempo llegó del colegio su hermano de 15 años, quien le dijo: “Mira, te vinieron a visitar”, contó su progenitora.
La señora manifestó que emocionado por la llegada de sus compañeros, entre ellos una chica de 14 años, Edwin expresó: “Mis amigos sí me quieren”. Enseguida les brindó un vaso de cola y galletas.
Hasta ahí todo era bromas y risas entre ellos. Pasadas las 17:00 los adolescente salieron de la casa para retornar a sus hogares. “Los varones cogieren para un lado, pero mi hijo se fue con la chica, supuestamente para acompañarla a coger el carro”, mencionó Patricio, su progenitor.
Vecino los alertó
A las 18:30 del mismo viernes, un morador llegó corriendo y le dijo: “Vecino, vecino, su hijo está botado, parece que está herido”. En ese momento familiares de la víctima acudieron al lugar, en una cooperativa al noroeste de Guayaquil.