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128 árboles de El Ejido no serán afectados por el Metro de Quito
Las obras iniciaron el 22 de noviembre y no afectará a las especies patrimoniales, mientras que los árboles que sean removidos, serán colocados en otra área del lugar.
En el parque El Ejido, centro de la Capital, hay 128 árboles patrimoniales que no serán afectados con la construcción del Metro de Quito que se inició el 21 de noviembre. Previo a los trabajos la Secretaría de Ambiente del Municipio evaluó los espacios verdes para garantizar que no estén en peligro durante las acciones. Resultado de esto, 22 árboles, que no son patrimoniales, serán trasplantadas a otras áreas del parque.
Para evitar un daño ambiental está previsto realizar estos ejercicios:
Trasplante de árboles: desde el área de construcción del Metro a otro sitio en el mismo parque.
Revegetación: una vez repuesta la superficie, también se repondrá la vegetación que se sacó.
El césped del área (chambas): se colocará en los lugares donde se ha desgastado.
Las especies patrimoniales son protegidas. Según María Elena Estévez, directora administrativa de la Fundación Botánica de los Andes, lo que las caracteriza es tener varios años de existencia, ser un individuo raro o poco común en la zona y levantarse con una forma original, ya que al ser intervenido pierden su naturaleza de patrimonial.
En el sitio se montó un campamento para la obra y se levantarán cerramientos y cercados para guardar maquinaria, material de construcción, facilitar la entrada y salida de volquetas y evitar el tráfico en las calles del sector. Los trabajos del Metro tomarán alrededor de ocho meses, tras los cuales se iniciará la revegetación del parque, es decir se repondrá 10 árboles por cada árbol extraído, de acuerdo a la ley ecuatoriana.
Otros puntos retirados
La Biblioteca de El Ejido también fue desocupada y trasladada al Centro Cultural, situado en el mismo parque, en la avenida Patria.
La escultura tallada en madera fue cubierta por plásticos y materiales para evitar los daños. Mientras que las esculturas pequeñas, juegos infantiles y bancas fueron retiradas por la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) y reubicadas en otros espacios del área.
Ocho viseras metálicas fueron ubicadas frente a la cancha de voleibol de El Ejido.