Ecuador atraviesa una ola de violencia, especialmente el pasado 9 de enero, cuando sujetos armados irrumpieron en las instalaciones de una canal de televisión y tomaron como rehenes a parte de sus trabajadores. Ese día la población estuvo inmersa en la zozobra y el caos.

(Lee además: Terrorismo en Ecuador: Latin Kings, el rechazo y el pedido al presidente Daniel Noboa)

Los hechos violentos siguieron escalando y se reportaron varios incidentes en las principales ciudades del país, como Guayaquil y Quito, pocas fueron las localidades que quedaron exentas. Desde todos los lugares del país se reportaban hechos que pusieron en apuros a las autoridades y se solicitó una mayor movilización de las fuerzas del orden.

Tras esa serie de sucesos, Estados Unidos ha detallado sus acciones para apoyar a Ecuador en la superación de su crisis. Desde el 9 de enero, cuando el país experimentó niveles alarmantes de violencia y terrorismo perpetrados por elementos narcocriminales, más de 100 guardias penitenciarios han sido tomados como rehenes, y al menos una decena ha perdido la vida como víctima colateral.

En respuesta a estos ataques, Estados Unidos ha condenado enérgicamente a los responsables y reafirmado su compromiso de colaborar estrechamente con Ecuador en la lucha contra las organizaciones criminales.

El 10 de enero, a través de la página de la embajada, se dieron a conocer las siguientes acciones:

Altos funcionarios estadounidenses, como Todd Robinson, subsecretario de la Oficina Internacional de Narcóticos y Aplicación de la Ley, Kevin Sullivan, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, y la general Laura Richardson, comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, visitarán Ecuador en las próximas semanas. El propósito es explorar formas más efectivas de colaboración con sus contrapartes ecuatorianas para hacer frente a la amenaza de las organizaciones criminales transnacionales.

Adicionalmente, Estados Unidos asegura un aumento en el intercambio de inteligencia, una mayor cooperación para combatir la actividad cibernética maliciosa, y asistencia en la implementación de reformas penitenciarias. Se comprometen a emplear diversas herramientas disponibles para responsabilizar a individuos y organizaciones involucradas en actividades criminales que socavan el estado de derecho.

¿Quieres leer sin límites? ¡Suscríbete!