Una operación le devolvería la voz para cantarle a Dios. Estefanía García de Reino espera la ayuda de los lectores de EXTRA para superar los traumas que han complicado su vida, debido a un accidente de tránsito.

El 10 de marzo de 2019, la cuencana, de 30 años y madre de una niña de 4, conducía su vehículo por la autopista Cuenca-Azogues, tras cantar en un evento por el Día de la Mujer, cuando colisionó, al parecer, producto de la calzada humedecida por la lluvia.

El impacto causó daños en su médula espinal y desde entonces se desplaza a través de una silla de ruedas. A Estefanía se le practicó una traqueotomía para que pueda respirar mejor.

Los médicos le dijeron que no movería más allá de la cabeza, pero a los seis meses recobró la movilidad de cierta parte de su cuerpo (ambos brazos y piernas, paulatinamente).

Afirma que Dios le regeneró la médula; los doctores sostienen que es “un milagro”, no hay explicación científica para su recuperación.

Durante dos años, Estefanía ha continuado con terapia física, pero requiere de medicamentos. Sus gastos mensuales ascienden a unos 800 dólares.

Asimismo, precisa de una operación de reconstrucción de su laringe, la cual varía en su costo, según la afectación que presente. Esta intervención quirúrgica puede valer de 600 a 5.000 dólares.

Para reunir fondos, familiares y amigos han organizado bingos, rifas y maratones (cruzadas de artistas con comida).

Actualmente tiene un 80 por ciento de discapacidad, pero sigue esforzándose en su rehabilitación. “Quisiera recuperar mi voz para cantarle a Dios. Hace un año empecé a componer alabanzas y me encantaría poder entonarlas”, expresa con dificultad la artista, quien antes de la desgracia realizaba presentaciones con orquestas y mariachis.

Estefanía no pierde la fe de volver a caminar, hablar y cantar, por eso solicita de corazones solidarios que la ayuden a alcanzar su meta: someterse a una dilatación (operación de faringe).