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El incendio dejó prácticamente en la calle a la Rosa Elena Escobar y a toda su familia, en Bellavista de Calderón.René Fraga

Familia de Quito se quedó sin nada luego de que un rayo quemara su casa

La vivienda se ubica en Bellavista de Calderón, norte de Quito. Los damnificados siguen clamando por ayuda

Rosa Elena Escobar recuerda con pesar la tragedia que le arrebató la vivienda que arrendaba junto a su familia, en Bellavista de Calderón, en el norte de Quito. Un voraz incendio destruyó la casita que albergaba las cosas de estas personas humildes luego de que, aparentemente, un rayo cayó sobre el techo de teja.

Todo comenzó a las 15:00 de este 25 de abril, cuando Rosa y su madre se alistaban para ir a vender salchipapas a un colegio que se ubica a 2,9 kilómetros de distancia. “Llegamos a nuestro lugar de trabajo y estábamos alistando las cosas para empezar la jornada, cuando una vecina se contactó con nosotras para decirnos lo que estaba pasando”.

La conocida le dijo a Rosa Elena que regresara pronto porque la casita se estaba quemando. La mamá de la joven, de 19 años, se quedó cuidando el puesto mientras la chica tomó un bus junto a su padrastro y arribó a la vivienda.

“Cuando llegamos, el fuego ya había consumido gran parte de la casa”, rememora la joven en medio de la casa completamente quemada. Las llamas se habían apoderado del techumbre debajo del cual estaban vigas de madera.

Las personas intentaron ayudar, pero el incendio se extendió rápidamente por las tejas y debilitó las vigas, lo que causó que todo se viniera abajo. Al tiempo, las lenguas de fuego devoraban las cosas que estaban en el interior.

El incendio en Bellavista de Calderón

No solo la casa se quemó, también se consumieron las prendas de vestir de los damnificados.René Fraga

“Lo único que pudimos hacer fue retirar los cables de luz para que no hubiera una desgracia mayor”, recuerda Steven, de 17 años, hermano de Rosa Elena. El muchacho estaba en clases cuando una profesora lo llamó al despacho de Consejería Estudiantil para decirle que tenía permiso de salir de clases. Él no entendía el motivo hasta que le contaron lo que había pasado con su casa.

Rápidamente corrió hasta su vivienda, pero ya todo se había consumido. “Adentro había tres camas, muebles, una televisión, un equipo de sonido y nuestra ropa. Nada se salvó”, precisa con pesar el joven.

Los bomberos llegaron y aplacaron completamente las llamaradas. El techo se había derrumbado y la casa prácticamente quedó en cenizas, al igual que lo que albergaba.

Cuando se hizo una inspección, se comprobó que no hubo ningún cortocircuito, ni tampoco la familia había dejado velas encendidas. “Se supone que cayó un rayo, porque esa tarde (del viernes) estaba chispeando y hubo una fuerte tormenta eléctrica”, ratifica Rosa Elena.

Llegó un poco de ayuda a damnificados de Bellavista de Calderón

Un rayo habría caído sobre el techo de la vivienda, en Bellavista de Calderón, en Quito.René Fraga

Ahora, una bodega que la familia había levantado en el patio del inmueble se ha convertido en el refugio temporal. Ahí duermen, cocinan e intentan rehacer su vida mientras esperan la voluntad de las personas para que los ayuden. “En total somos siete afectados, mi madre, mis cinco hermanos y yo”, precisa la joven.

Por el momento, un equipo del Municipio de Quito visitó a los afectados y les dejó kits alimenticios y demás menajes que socorrerán, momentáneamente, a esta humilde familia que ruega por conseguir un nuevo sitio donde vivir.

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