Al menos cien estudiantes universitarios del séptimo y octavo semestre de las carreras de Ingeniería Civil y Arquitectura están listos para intervenir en el plan de regularización de edificaciones, que tiene en un ‘corre-corre’ a propietarios de viviendas en todo Guayaquil.

Luego de varias reuniones, atrás quedaron las quejas de los profesionales de estas especialidades, que cuestionaban la capacidad de los alumnos para intervenir en la ejecución de las mediciones, bosquejos y solución de conflictos. Ahora ya se definieron lo que van a cobrar y las zonas en las que pueden trabajar, pues no será en todo Guayaquil.

Un acuerdo con la Universidad de Guayaquil permitió acceder a este plan y ya el pasado jueves 5 de octubre recibieron ya una primera charla instructiva. Sin embargo, muchos salieron de esa cita con inquietudes, debido a la pésima calidad del audio y lo que algunos calificaron como una mala vocalización por parte del expositor.

“¿Entendiste algo?”, le consultó Válery a su amigo Stalin apenas salieron de la reunión. “La verdad, nada”, le contestó el, “solamente sé que esas serán las prácticas y eso nos calificarán”. Ambos jóvenes prefirieron omitir su apellido, porque son estudiantes y no quieren meterse en líos.

Al final, los asistentes se fueron con una carpetita en la mano, con la misma información que les entregan a los ciudadanos que van a consultar sobre el tema en el Municipio.

Según explicó la concejal Emily Vera al terminar la charla, el trabajo se ampara en la figura de “las prácticas preprofesionales que deben hacer los estudiantes” y contará con el aval de la empresa InnovaUGEP, una incubadora de negocios dirigida por docentes de la Universidad de Guayaquil.

En cuanto al tarifario establecido, este es: de 0 a 100 metros cuadrados, 20 dólares; y de 101 a 250 metros cuadrados, 40 dólares. En los próximos días, InnovaUGEP habilitará la opción para el registro de quienes estén interesados en que los estudiantes les realicen este trabajo.

Los colegios de Arquitectos e Ingenieros Civiles también se sumaron al plan y entregaron una carta de intención al Municipio, en la que presentaron su tarifario. Según este, se estableció un menor precio para quienes habitan en sectores populares. Ellos también están recibiendo ya las solicitudes de los interesados.

¿Pero cómo y en qué sitios podrán trabajar los alumnos? Para ello se establecieron las zonas en que podrán intervenir, que serán sectores populares. Aunque todavía no sale la lista completa, entre otros estarían sitios como Flor de Bastión, Paraíso de la Flor, Balerio Estacio, El Fortín, Los Vergeles, Martha de Roldós, Isla Trinitaria, Guasmo (norte y sur) y otras cooperativas del suburbio porteño.

“Cabe destacar que ninguna urbanización cerrada entra en este convenio, ni Mucho Lote 1 ni Mucho Lote 2”, agregó la concejal Emily Vera, al reafirmar que el objetivo no es afectar a los profesionales aptos para cumplir esas labores, como los arquitectos y los ingenieros civiles, por eso se delimita los puntos donde los estudiantes pueden intervenir.

El arquitecto Sánchez (omite su nombre por seguridad) que ya tiene a su cargo los trámites de 4 viviendas en el sector norte, donde ha comenzado a ofrecer sus servicios, cuenta que en su caso la tarifa es diferente, pues él se encarga de todo el proceso. "Yo le entrego ya el documento final al cliente y él solo se encagra de pagar la multa y los 200 que yo le cobro".

Sin cuestionar el precio que establezca cada profesional, desde el Municipio solo se advierte a los ciudadanos que 'estén pilas', porque se ha conocido de personas "que acudían a los barrios informando 'ah, aquí le falta hacer una obra complementaria para que pueda regularizarse' o les decían que tienen que pintar su fachada o ponerle baldosa... cosa que no era así", explicó la concejal Vera al final de la charla.

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