“La vio fácil y seguro y por eso volvió una segunda vez, pero en esta ocasión no contó con la misma suerte”, manifestó una de las dueñas del inmueble, donde la madrugada de ayer un hombre escaló las paredes como araña para robar.

Ocurrió en una casa de 3 pisos ubicada en la manzana 307, en la cooperativa Pancho Jácome, en el norte de Guayaquil. A las 04:30 el estruendo, producto del golpe que se dio el hombre al caer sobre los techos de una vivienda vecina donde ingresó a delinquir, despertó a la barriada.

Sus gritos de auxilio conmovieron a los residentes, a pesar de que era consciente de que lo que le había ocurrido era por obrar mal. El tubo de la bicicleta que se había sustraído topó con un cable de alta tensión y terminó electrocutado.

“Mi cuñado y dos vecinos trataron de auxiliarlo, cogieron un palo y separaron el cable que le pasaba electricidad al cuerpo, tenía las manos quemadas, lloraba pidiendo que no lo dejaran morir. Hicimos todo lo que pudimos, pero cuando la ambulancia llegó ya no tenía signos vitales, demoró mucho. Fue bajado del techo y puesto en la vereda”, contó Kathy Puebla, una de las propietarias de la casa donde el fallecido ingresó, presuntamente para robar.

Sostuvo que el sujeto había tomado varias prendas de vestir que estaban en el cordel, zapatos deportivos y una mochila que guindaba de una de las paredes y allí metió todo lo sustraído.

Otra de las residentes del inmueble contó que el pasado jueves un hombre, con las mismas características del fallecido, también ingresó a robar. “En aquella ocasión se llevó una bicicleta. Creemos que se trata de la misma persona, dicen que es un hacherito (consumidor de droga)”, sostuvo.

El cuerpo fue llevado hasta al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses. No portaba documentos, por lo que se desconoce su identidad. (AEB)