La decisión del Municipio de no autorizar el uso del parque Centenario no detuvo la marcha del orgullo LGBTIQ+, que la tarde de este sábado 28 de junio recorrió las calles tradicionales del centro de Guayaquil, llenas de miles de personas que salieron a caminar en señal de resistencia.

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La caminata inició a las 16:30 en la avenida Malecón Simón Bolívar, con alrededor de 25 carros alegóricos, chivas y otros vehículos forrados con los colores del arcoíris, distintivos de la comunidad, y carteles con mensajes alusivos a la ocasión.

“Nuestro amor no daña, tu odio sí”, “los derechos de los trans son derechos humanos”, “soy bisexual, no estoy confundido”, “la homosexualidad no es contagiosa, pero sí se te puede antojar”, fueron algunas de las frases que se leían en los carteles que con orgullo levantaban los participantes.

Sin embargo, este año fue notoria la disminución en el número de personas en comparación con marchas anteriores. Karla Ortiz, una de las caminantes, atribuyó esto a las trabas impuestas por la administración del alcalde Aquiles Álvarez.

“Estuvo a punto de cancelarse, esa incertidumbre afectó la organización que solíamos tener. Antes desfilaban los garotos bien bellos, la gente venía con sus indumentarias y hacía coreografías. Este año nada de eso se pudo”, expresó.

Uno de los impedimentos fue que en ningún momento se suspendió el tránsito vehicular en el Malecón. Los ciudadanos tuvieron que desfilar entre los vehículos que avanzaban, muchos sin cuidado, poniendo en riesgo la seguridad de los peatones.

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Tampoco se observó presencia significativa de agentes municipales de control ni un número considerable de policías. Solo unos ocho uniformados de la Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM) estaban presentes, pero se dedicaron a facilitar el paso de los automotores, no el de los peatones.

Víctor Martínez, quien llegó junto a su novio para ser parte de la marcha, lamentó que “tenemos un alcalde homofóbico; se ha vuelto una pelea de todos los años realizar el Festival, nos cierra las puertas en todos los espacios del centro”, criticó.

Volvieron los desnudos a la marcha del orgullo GLBTI

Durante el recorrido, varios grupos de la comunidad participaron con poca ropa, apenas con taparrabos o pantalonetas muy cortas y torsos descubiertos.

“Esto había cambiado, el año pasado sí se controló; pensé que este año sería igual, pero veo que no. Así no es un evento para traer a los niños”, comentó una ciudadana que asistió con sus hijos menores de 10 años.

Ciertos olores particulares, presuntamente de marihuana, generaron malestar entre algunos ciudadanos que no pertenecen a la comunidad pero fueron a apoyar. “Ya me tienen medio tonto solo con el olor”, “No hay ni un policía para que al menos los haga apagar esa porquería”, fueron algunos de los comentarios.

¿Por qué no hubo Festival del Orgullo GLBTI este año?

A pesar de los inconvenientes, la marcha se realizó sin incidentes. Los carros alegóricos avanzaron por la avenida 9 de Octubre y luego giraron por la calle Pedro Carbo hacia la Plaza Colón, al pie del cerro Santa Ana.

Sin embargo, este año no hubo el tradicional Festival del Orgullo, pues el cabildo no otorgó los permisos para realizarlo, por lo que al llegar al sitio los participantes comenzaron a dispersarse.

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