Acongojados llegaron a la morgue del occidente de Quito unas personas que iban a retirar el cuerpo de un joven, de 22 años, quien fue apuñalado en el norte, al parecer, por el robo de un celular.

La mañana de ayer, el grupo de parientes se reunió afuera del anfiteatro a la espera de que les explicaran qué trámites debían completar para llevárselo. Mientras aguardaban llegó un equipo de policías que les detalló que había un menor de edad implicado en el hecho.

Según las primeras investigaciones, el joven –cuya identidad se mantuvo en reserva– fue localizado sin vida en un terreno baldío de las calles Carlos Mantilla y Mercedes Obando, sector San José de Morán, alrededor de las 21:30 del 29 de enero.

Los policías del circuito San Juan fueron al lugar y vieron que el hombre tenía varias heridas punzocortantes en su abdomen. “Al lugar acudió personal del Ministerio de Salud Pública (MSP) en una ambulancia. Pero la paramédico constató el deceso”, detallaron los agentes en su informe.

En defensa propia

Uniformados de Criminalística, Dinased y de la Policía Judicial (PJ) iniciaron las pericias, las cuales los llevaron hasta el hospital docente de Calderón, también en el norte, en donde conversaron con una mujer.

Ella les explicó que en la casa de salud estaba internado su hijo, de 17 años, quien fue ingresado por el área de emergencias, la madrugada del sábado, ya que tenía cortes causados por un cuchillo en su brazo izquierdo, en el cuello y también en su espalda.

Los investigadores interrogaron al menor de edad y les confesó que él apuñaló al otro chico porque supuestamente quiso robarle el celular. Sin embargo, dijo que lo hizo en defensa propia porque el hombre –que hallaron muerto– lo había herido primero.

Ante esto, los policías aislaron al adolescente para continuar con las investigaciones.

La familia del fallecido, en cambio, tenía previsto poner una denuncia en las oficinas de la Dinapen. Hasta el mediodía de ayer, no se confirmó la hora de audiencia por la muerte.