El cadáver de Alexander Epifanio Barrio Mosquera, de 26 años, quedó junto a la banca metálica donde estuvo sentado por varios minutos, antes de que llegaron sus asesinos y le descargaran más de cinco tiros.

El crimen del esmeraldeño, quien desde hace más una década residía en el Puerto Principal, ocurrió aproximadamente a las 18:00 del viernes, en las calles Portete y Chile, en pleno centro porteño.

Testigos afirmaron que los criminales llegaron en una motocicleta y que luego de dispararle se escabulleron en medio de las personas que corrían aterradas al ver el cuerpo ensangrentado de Alexander tendido sobre la calzada.

El cadáver fue llevado al Laboratorio de Criminalística de Guayaquil, a donde ayer llegaron sus familiares para retirar los restos.

Una allegada mencionó que por las fotos y vídeos que circulaban en redes sociales conoció que Alexander había sido asesinado. “Mi cuñado no tenía antecedentes. Desconocemos las razones por las que lo mataron. Tenía una niña de 5 años”, dijo la señora.

EN DURÁN

Cuatro horas después del asesinato de Mosquera, en la cooperativa Héctor Cobos de Durán se registró un hecho similar. Aquí la víctima fue Leonardo José Ortiz Paredes, de 30 años, oriundo de Machala (El Oro).

Una prima del occiso dijo que Leonardo conversaba con amigos, en el exterior de su domicilio, cuando fue abordado por dos hombres que llegaron en una motocicleta negra. Recibió al menos 14 tiros.

El coronel William Calle, jefe del Distrito Durán, indicó que el crimen habría ocurrido porque Ortiz se rehusó a vender droga para la agrupación delictiva Chone Killers. 

Ortiz registra cuatro procesos judiciales. Dos por tráfico de sustancias alucinógenas, uno por robo y otro por asociación ilícita.