Niña se atraganta con chupete en Quito

Lesly, de cinco años, tenía un chupete en la boca y jugaba con los hijos de la vecina, cuando su madre la vio por última vez. Tiempo después se acercó a la niña porque debía salir a ver a su otra hija en la escuela, pero Lesly no reaccionaba.

Al ver el estado de la criatura, la mujer, de 25 años, se trasladó rápidamente al hospital de Calderón, en el norte de Quito, donde atendieron a la niña. Sin embargo, debido a la gravedad de su estado, la infante fue trasladada a una casa de salud, especializada en niños del centro-norte de la ciudad.

En emergencias, los médicos recibieron a Lesly, cuyos signos vitales estaban disminuidos. En esa unidad debieron entubarla para despejar sus vías respiratorias. La niña tenía un cuerpo extraño en la garganta.

Mientras tanto, la madre aterrada esperaba a escuchar el informe de los doctores, que determinó que la menor de edad estaba en estado crítico y debía recibir ventilación (respiración) externa por 72 horas.

Durante ese tiempo se le realizarán exámenes para ver su evolución, ya que la falta de oxigeno en su cerebro pudo producir daños neurológicos en la pequeña, según el pediatra Iván Ponce. Cuando existen este tipo de eventos en los que el niños está inconsciente se debe llamar a emergencias de inmediato.

Mientras llega la ambulancia, es necesario realizar al paciente ejercicios de reanimación. Estos consisten en “30 compresiones torácicas, luego dos insuflaciones de aire en la boca del niño tapando a la vez su nariz” (respiración de boca a boca).

En el caso de Lesly y, luego de la atención hospitalaria, acudió la Policía para levantar un parte sobre el incidente, ya que se presume una posible negligencia de los padres en el cuidado de la criatura.

¿Qué hacer cuando sucede una emergencia así?

En cualquier caso siempre se debe llamar a emergencias, refiere Ponce. Si el niño está consciente se lo debe colocar de pie e inclinado, con la cabeza más baja que el cuerpo.

En ese momento el adulto deberá pasar una mano por las axilas para sujetar el pecho del infante, mientras que con la otra mano debe darle cinco golpes en la parte alta de la espalda entre los omóplatos. Este movimiento se debe hacer con la parte inferior de la palma de la mano.

Si, pese a eso no se consigue expulsar el cuerpo extraño, se debe iniciar las compresiones abdominales (maniobra de Heimlich) hasta 5 veces. Esta consiste en colocarse detrás del niño y rodearlo por la cintura con los brazos.

Luego es necesario cerrar una mano y colocar el nudillo del pulgar por encima del ombligo, a nivel de la boca del estómago. Allí, se realiza una fuerte presión hacia dentro y hacia arriba. Esto provocará un aumento de la presión en el tórax y obligará a salir al aire que queda dentro de los pulmones, arrastrando el cuerpo extraño.