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Los casaron antes de meterlos a la tumba

Aunque no es permitido por la iglesia casar una pareja después de muertos, en Manantiales, de Jaramijó, Manabí, los familiares de unos fallecidos hicieron una ceremonia simbólica nupcial a la entrada del templo.
El párroco Carlos Ríos, anunció el ingreso del cuerpo de Wilmer Mantuano, de 32 años, luego el de la pequeña Betania, de 14 años de dad, como dama de amor y por último los restos de Mariela Piloso, de 31. Los tres ecuatorianos fallecieron el pasado 18 de junio en un accidente de tránsito en el estado de Miranda, en Venezuela.
Paulo Mantuano, padre de Wilmer, mencionó que el anhelo de su hijo era casarse con la mujer que amaba y madre de sus hijos, en su tierra natal. “No pudo cumplir su sueño en vida, porque el destino no se lo permitió, pero ahora nosotros se lo estamos haciendo de esta forma”, dijo muy entristecido el campesino.
A las 15:00 de ayer, los tres féretros fueron cargados en hombros por familiares y allegados por la calle principal de la comunidad Manantiales, ubicado en el sector Los Bajos, a cinco kilómetros de Montecristi y llevados hasta su última morada.