La prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, defendió la legalidad de su actuación en el caso del paso de desnivel en Los Ceibos frente a las acusaciones del alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, con quien mantiene una relación marcada por tensiones y falta de diálogo. 

(Lea también esta nota interesante: Leónidas Iza: “Si el carro no frenaba, hoy estaría muerto”)

Conflicto político entre la Prefectura y el Municipio de Guayaquil

El enfrentamiento entre la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, y el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, ha escalado a un nuevo nivel a raíz del conflicto por el paso a desnivel en el sector de Los Ceibos. 

Mientras Álvarez la acusa de arrogación de funciones y peculado por ordenar el despeje de la avenida del Bombero, Aguiñaga sostiene que su accionar se enmarca dentro de la legalidad y forma parte de un proceso abierto contra el Municipio.

Controversia por la Avenida del Bombero

La disputa se originó en torno a una medida cautelar dictada por un comisario, tras denuncias de tráfico vehicular y cierre de carriles en el sector. El Municipio afirma que la Prefecta se extralimitó en sus atribuciones al disponer el despeje de las vías, materia que le corresponde a la Autoridad de Tránsito.

Frente a ello, Aguiñaga respondió que es la Alcaldía la que debe presentar sus alegatos e impugnar por la vía legal, en lugar de recurrir a acusaciones personales, descalificaciones y ataques mediáticos. Subrayó que la justicia, y no el alcalde, es quien debe determinar si existe o no peculado.

Relación tensa entre Aguiñaga y Álvarez 

La prefecta reconoció que no mantiene ningún tipo de diálogo con el alcalde, describiendo su estilo de comunicación como beligerante y cargado de frases peyorativas. 

Según ella, Guayaquil necesita autoridades con mayor madurez, capaces de anteponer los intereses de la ciudad a las diferencias personales que cada uno mantiene.

Pese a esta falta de relación política, Aguiñaga afirmó que la Prefectura no ha detenido su trabajo y que sus proyectos avanzan con normalidad, manteniendo coordinación con instituciones como la Autoridad Portuaria, Interagua y los gobiernos locales de sectores rurales como Posorja y Puná.

Avance en obras provinciales 

Aguiñaga detalló los proyectos en ejecución y planificación de la Prefectura del Guayas:

• Puente Gonzalo Icaza Cornejo (Daule): en septiembre se presentarán estudios sobre su capacidad de carga, con responsabilidad de la concesionaria.
• Vía Jujan–Babahoyo: aunque está a cargo de la Prefectura de Los Ríos, Guayas asumirá la ampliación a cuatro carriles en el tramo Tres Postes, obra que concluirá en 2026.
• Nuevo acceso a Guayaquil por Las Lojas (Daule): ante las dificultades presupuestarias del Municipio, la Prefectura se hará cargo de los estudios.
• Obras de agua potable: se avanza en proyectos de dotación de agua en sectores como Lomas de Sargentillo y el recinto Magro.

La prefecta reconoció que no todas estas obras podrán finalizar en su administración, ya que se trata de proyectos de alto costo que requerirán continuidad en futuras gestiones.

Medio ambiente y gestión provincial 

En cuanto a la conservación ambiental, Aguiñaga destacó que existe una mancomunidad de prefectos para proteger la cuenca del río Guayas, lo que permitirá coordinar esfuerzos con ocho provincias.

Consultada sobre la fusión del Ministerio de Ambiente con Energía y Minas, expresó que habría optado por un modelo diferente, tomando como referencia el sistema colombiano, al cual considera más cercano a las necesidades ecuatorianas.

Revolución ciudadana y su papel político

Marcela Aguiñaga lleva casi dos décadas vinculada a la Revolución Ciudadana (RC), movimiento político liderado por el expresidente Rafael Correa. Reconoció que ningún dirigente disfruta de las críticas, pero subrayó que el país actual enfrenta una realidad muy distinta a la que existía en los gobiernos correístas, especialmente en indicadores de violencia y pobreza.

Sobre su papel político, aclaró que nunca se ha planteado una candidatura presidencial y que está concentrada en la gestión provincial. Sin embargo, no descartó buscar la reelección en la Prefectura, aunque desmintió que aspire a la Alcaldía de Guayaquil.

Un futuro incierto 

Aguiñaga admitió que en ocasiones le incomodan ciertas actitudes dentro de su movimiento, pues algunos actores parecen estar desconectados de la realidad nacional. No obstante, recalcó que cuenta con la experiencia y el criterio ético para señalar lo que su organización hace bien o mal.

Frente a las críticas que atribuyen su victoria exclusivamente al respaldo de Correa, defendió que el verdadero capital político se construye con trabajo territorial en los 25 cantones, más allá de campañas digitales o el uso de troles, práctica que —insinuó— es utilizada por adversarios como Aquiles Álvarez.

Finalmente, dejó abierta la posibilidad de un camino político más allá de la RC, aunque no definió con claridad si lo emprendería. Para ella, la política es transitoria y lo fundamental es que las decisiones se tomen con responsabilidad hacia la ciudadanía.

Para seguir leyendo EXTRA sin restricciones, suscríbete aquí