La masacre ocurrida la tarde de este 16 de julio en Manta, Manabí, no solo expuso el nivel de violencia con la que actuaron los criminales. El hecho, que dejó a cuatro personas asesinadas, reveló también el nivel de penetración del crimen organizado en las instituciones del Estado.

Las víctimas del ataque armado se movilizaban en tres vehículos de alta gama, todos blindados. Giovanni Naranjo, jefe de Policía zonal, detalló a los medios locales que las víctimas fueron identificadas, gracias a los documentos que portaban.

Uno de los autos era conducido por una mujer llamada Génesis Mendoza, empresaria de Manta, cuyo cadáver quedó en el asiento del piloto. Junto a esta viajaba un tipo de nombres Flavio Leonardo Briones Chiquito, quien, según Naranjo, era miembro y cabecilla de Los Lobos.

El oficial detalló que estas dos personas tenían una relación sentimental. Mientras que detrás de ellos iban dos autos, en los que viajaban dos exmiembros de las Fuerzas Armadas: Eder Luis Plúas Vargas, militar dado de baja, según el Ejército; y otro, en servicio pasivo, llamado Carlos Benedicto Pacheco Cusme.

(Conozca también | Taxista desaparecido en Quito fue hallado muerto con signos de violencia extrema)

Delincuencia organizada en Manta

Según los registros judiciales, ninguno de los exuniformados tenía antecedentes penales. Tampoco tenía detenciones previas la mujer asesinada, quien ya sufrió un atentado en 2021 y perdió parte de su dedo.

Sin embargo, Briones Chiquito sí tenía cuentas con la justicia. En la Judicatura consta que tenía un proceso por delincuencia organizada, el cual se abrió en 2023. Según la información judicial, este sujeto junto a otras 13 personas se dedicaban al envío de droga desde Manta a Centroamérica y a Estados Unidos.

Luego de un proceso de más de un año, a Briones Chiquito se lo declaró culpable del delito y se lo condenó a 10 años de cárcel. Pero en el proceso no se detalla en qué momento salió de prisión o si se aceptó un recurso de apelación para declarar a este sujeto como sobreseído.

A decir del coronel Naranjo, la Policía estaba tras la pista de Briones Chiquito, conocido con el alias de Mexicano. Por eso, era considerado como un objetivo de intermedio valor, debido a su implicación en el mundo criminal.

Fuga de información para beneficio criminal

El oficial Naranjo explicó que se está indagando a qué rama de las Fuerzas Armadas pertenecían ambos exmiembros militares. Pero uno de los datos que llamó la atención fue que uno de los antiguos militares asesinados sería pareja sentimental de una funcionaria de la Fiscalía de Manta.

“Este tipo de situaciones genera mucha fuga de información. Hay gente que avisa a grupos de delincuencia organizada”, acotó el uniformado. Por eso, es complicado mantener datos sensibles de investigaciones de una forma confidencial ni tampoco se quedan en reserva.

(Conozca | Guayllabamba | Así fue cómo un hijo habría matado a su madre: Detalles inéditos)

Con respecto al momento del suceso, Naranjo indicó que los primeros indicios muestran que no hubo un cruce de balas, por la manera en la que quedó la escena del crimen. “Se realiza el levantamiento de los medios técnicos que haya en la zona para identificar a los causantes”, precisó el jefe policial.

Las armas usadas para asesinar a las cuatro personas fueron fusiles, debido a la gran cantidad de casquillos hallados en el lugar. Los vehículos fueron la evidencia del nivel de violencia con la que actuaron los sicarios.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!