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Taxista desaparecido en Quito fue hallado muerto con signos de violencia extrema
El cuerpo hallado en Llano Grande, norte de Quito, fue identificado. Se trataba de un hombre que residía en Carapungo
Un terreno baldío fue el escenario de un hallazgo escalofriante. en el sector de Llano Grande, norte de Quito. A un costado de la calle San Vicente, en la entrada a Tinallo, yacía el cuerpo sin vida de un hombre, semidesnudo, tendido bocarriba, con signos de violencia brutal: tenía puñaladas en el tórax.
El cadáver fue encontrado por casualidad. Un ciudadano que caminaba por la zona divisó el cuerpo entre la maleza y alertó a un patrullero que circulaba por el área. De inmediato, los agentes policiales confirmaron la presencia del cuerpo y activaron el protocolo correspondiente.
La víctima fue identificada más tarde como Christian Gabriel Viteri Valladares, de 47 años. La autopsia confirmó las heridas cortopunzantes como causa de muerte y reveló el nivel de violencia con el que fue atacado.
Entre sus pocas pertenencias solo se hallaron una camiseta celeste y una prenda interior vino tinto. El resto de su vestimenta había desaparecido del sitio donde fue localizado.
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Las heridas en el cuerpo del taxista de Carapungo

El crimen parecía desconectado de cualquier otro hecho reciente hasta que intervino la Unidad de Investigación de Personas Desaparecidas de la Dinased.
CLos agentes confirmaron que las características físicas de aquel fallecido eran similares a las de un hombre reportado como desaparecido desde el 13 de julio.
Esa fecha, Christian Gabriel Viteri Valladares fue visto por última vez por su familia. Lo último que se supo de él fue que salió de casa, en Carapungo, norte de Quito, para realizar una carrera como taxista informal en su vehículo gris, el cual hasta la fecha no ha sido encontrado.
Los investigadores manejan la hipótesis de que se trató de un robo con desenlace mortal. Viteri habría aceptado una carrera por medio de la aplicación InDrive y, en algún punto de su ruta, fue interceptado por sus agresores.
Su cuerpo apareció dos días después de su desaparición, sin signos de defensa y con evidentes muestras de tortura. Una de estas fue que los criminales le cortaron el dedo índice de su mano derecha.
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