Domingo cayó en un ‘cráter’ mientras manejaba por el suburbio de Guayaquil. Producto del golpe uno de los aros de su todoterreno quedó roto, totalmente inservible, por lo que decidió que era hora de adquirir un juego nuevo.

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Consultando en varias tiendas, le ofrecieron diferentes opciones de material de fabricación, cada una con sus propias características y precio. Luego de consultar con su mecánico de confianza cuál tipo era el más conveniente, se decantó por unos aros de acero, que si bien son la opción más pesada, es la que mejor se adapta a sus necesidades.

A continuación le explicamos cuáles son los materiales más usados en la fabricación de aros y sus propiedades, para que elija el correcto cuando desee renovar la ‘pinta’ de los ‘pisos’ de su nave:

• Aluminio: Es el tipo más común, el material con el que suelen fabricarse los aros con los que el auto sale de la fábrica, por su bajo costo, resistencia y peso reducido. No están recomendados para vehículos de carga o que transitan por terrenos difíciles, pues son rígidos y antes un golpe fuerte no se doblan sino que se fracturan.

• Acero: Son más resistentes que los aros de aluminio, pero también son más pesados y más caros. Se los aconseja para los automotores de alta carga, como camionetas o camiones. Ante los golpes suelen doblarse, no romperse y son más fáciles de rectificar y reparar.

• Magnesio: Son más costosos que los de aluminio y acero, pero también más resistentes a los golpes y mucho más ligeros. Se los suelo usar en carros de gama alta o deportivos; pero no se los recomienda para moverse por terrenos complicados, pues se oxidan con mayor facilidad.

• Carbono: Ofrecen máxima resistencia y rigidez, siendo muy resistentes a los golpes. Además, su peso reducido mejora la capacidad de aceleración y frenado. También reducen las vibraciones al mínimo, aumentando las prestaciones de la suspensión, dando mayor tracción y maniobrabilidad al carro.

• Aleación: Se construyen con mezclas de aluminio, magnesio y otros metales. Son más durables y ligeros que todos los anteriores, pero su costo es mucho más elevado. Sus propiedades físicas permiten construirlos con diseños más variados y llamativos. Además, permiten disipar mejor el calor generado por las llantas.

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