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Violó y embarazó a sus dos hijas
La detención se ejecutó, a las 14:00 de este domingo 8 de julio de 2018, en una zona montañosa del sector Cerro Azul, pertenecientes al cantón Pasaje, en la provincia de El Oro.

La detención se ejecutó a las 14:00 de este domingo 8 de julio de 2018, en una zona montañosa del sector Cerro Azul, del cantón Pasaje (El Oro).
Las técnicas de investigación que realizaron los agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), permitieron dar con el paradero de Segundo Clemente Arias Andrade, de 56 años, quien era requerido por las autoridades judiciales, por el presunto delito de violación a una sus hijas en el sector de Pejeyacu.
La detención se ejecutó a las 14:00 de este domingo 8 de julio de 2018, en una zona montañosa del sector Cerro Azul, perteneciente al cantón Pasaje, provincia de El Oro.
El individuo era buscado desde 2011 por la Dinapen, según informó el coronel Francisco Aguilar, jefe de Policía del Distrito Machala.
“El ahora detenido tenía una boleta de detención desde el 2011, por el presunto delito de violación a una de sus hijas que en ese entonces tenías 14 años de edad. La violación se había consumado entre el 2008 y 2009”, según una denuncia de una profesora de la escuela donde estudiaba una de las hijas, explicó el jefe policial.
Aguilar declaró que según la docente, la alumna le habría contado que supuestamente su progenitor la abusaba sexualmente. Entonces el juez emitió la orden de detención, pero este huyó sin conocer su paradero.
“Presumimos que el agresor habría cometido lo mismo en contra de otra hija, inclusive se sospecha que también pudo haber violado a una de sus nietas, de 14 años, quien tendría seis meses de gestación”, expresó la autoridad policial.
El detenido, en declaración a la prensa, dijo que con sus dos hijas tiene dos hijos, que son a la vez, sus nietos.
Según Arias, todo era con consentimiento de ellas y su esposa conocía de la relación. “Ella se ponía brava”, explicó el acusado.
“Es una enfermedad, es una angustia y una desesperación que me da. Uno no sabe lo que está haciendo. Al momento que uno lo hace no se da cuenta porque está enfermo. La primera vez que lo hice me arrepentí, pero uno ya no puede recapacitarte, igual lo hace y lo vuelve hacer”, narró el presunto agresor.