Un poco antes de las diez de la noche del domingo 17 de octubre de 2021, lo que se había iniciado como una tarde de copas terminó con balas. Álex Cruz, a quien conocían como Rabo de Mono, estuvo libando con unos amigos y familiares, y en ese momento le dieron ‘vire’.

En julio pasado, él recuperó su libertad y en agosto, la policía capturó a un presunto gatillero que pretendía eliminarlo. Lo habrían amenazado y, al parecer, tales advertencias lo tenían sin cuidado y estuvo “dando papaya” en los exteriores de la casa a la que había llegado a vivir en la ciudadela Las Margaritas 2, al sur del cantón Milagro, provincia del Guayas.

La diversión se trastocó cuando tres sujetos, en moto, llegaron sorpresivamente y dispararon unas nueve veces. La mayoría de los balazos fueron dirigidos a Cruz, de 22 años, pero tres de sus acompañantes también fueron alcanzados por los proyectiles.

Los matones huyeron del lugar, dejando una escena desgarradora. Hasta ese momento se trataba de cuatro heridos, dos hombres y dos mujeres. Minutos después, en el hospital León Becerra, se confirmó el deceso de Rabo de Mono.

Los heridos se encuentran estables y fuera de peligro, según el jefe del Distrito Policial de Milagro, Diego Pavón, quien además señaló que el asesinato de Cruz responde a una orden emitida desde un centro carcelario de Guayaquil.

“Nosotros evitamos una vez que lo asesinaran. Capturamos al gatillero, un expolicía venezolano que iba a matar a cuatro personas. Lamentablemente son muertes direccionadas y selectivas”, agregó el jefe policial.