Por ahorrarse unos centavitos, muchos estuvieron en peligro... la policía desarticuló una red dedicada al contrabando de medicamentos adulterados y sin un registro sanitario.

Freddy Galarza, director nacional de Delitos contra la Corrupción, dijo ayer que cuatro personas, tres hombres y una mujer, fueron arrestadas porque se dedicaban a la comercialización, acopio, falsificación y venta de insumos.

Todo traían desde Colombia y Perú por pasos clandestinos (líneas de contrabando). Posterior a ello, embalaban de manera irregular y distribuían los medicamentos ‘truchos’ en algunas tiendas y farmacias del Centro Histórico de Quito y en Atuntaqui, en Imbabura.

La policía decomisó más de un millón de pastillas valoradas en 400.000 dólares. En el mercado, el costo se duplicaría o triplicaría, aun con un precio menor al regular (con el que venden las farmacias).

Galarza manifestó que entre la ‘merca’ encontraron medicinas como la terramicina, que ya no está en circulación desde hace muchos años. Añadió que el consumo de estas medicinas pone en riesgo a la persona, ya que muchas no cumplen con estándares mínimos de salubridad. Pero la gente confía porque su presentación en el mercado -adulterada- es con marcas conocidas o comerciales.

Detalló que no puede provocar ningún efecto; sin embargo, por los químicos desconocidos con los que se realizan estas pastillas, habría la posibilidad de que se genere una reacción contraria a lo que se buscaba contrarrestar. O, inclusive, un envenenamiento.

Los aprehendidos son de nacionalidad ecuatoriana. Ninguno tiene antecedentes penales. Pero no serían los únicos que formaban parte de esta red. Dijo Galarza que este hecho no es aislado y que hay ir detrás de la línea de distribución.