Los osos de anteojos, una especie que necesita ayuda

El zoológico de Quito llevará a cabo, este 24 y 25 de febrero, diversas actividades como parte del apoyo al oso de anteojos. La emblemática especie tiene una población de 2.000 ejemplares en el Ecuador.

Martín Bustamante, de la Fundación Zoológica del Ecuador, detalló que se hará un enriquecimiento ambiental a estos animales. Significa que se los empuja a desafíos para estimularlos psicológicamente.

“También actividades educativas para la gente con el fin de identificar los diferentes tipos de osos que hay a escala mundial”, confirmó.

Previo a estas actividades se realizó una cicleada solidaria. Un grupo de ciclistas se reunió en la Plaza Foch para recorrer las calles capitalinas. Uno de los participantes fue Bustamante, quien habló sobre el osito.

“Es la primera vez que conmemoramos en el país el Día Internacional de la Protección de los Osos”, comentó.

El 21 de febrero se celebra a este animalito. Según Bustamante, es importante ayudar en la conservación de este animal porque es uno de los ocho tipos de osos que hay en el mundo, incluido Sudamérica.

Los peligros a los que se enfrenta es la disminución del medio ambiente en el que se desarrolla. Por lo general, se los encuentra en bosques, cuya dimensión ha ido mermando por el aumento poblacional en Ecuador. Eso genera un conflicto, donde la mano del hombre pone en riesgo la vida del animal.

Por ejemplo, cuando existe una expansión ganadera, los plantígrados miran su necesidad de alimentarse incluso de la reses que llegaron a su territorio. En ese momento, son asesinados por las personas porque consideran que son unas amenazas.

Otro factor que arriesga al oso es la cacería. Bustamante señaló que la especie es buscada y cazada por creencias antiguas. “Hay gente que le atribuye propiedades medicinales a las garras, los dientes, la piel, lo huesos”, acotó.

Víctor Utreras, coordinador del proyecto Paisaje y Vida Silvestre del Ministerio de Ambiente, explicó que Carchi e Imbabura son provincias donde hay mayor conflicto con estas especies, debido a la presencia agropecuaria.

“El oso se distribuye en toda la región Andina. Está en los páramos, bosques nublados”, añadió.

Para intentar contrarrestar el problema, Utreras detalló que se están llevando a cabo proyectos para que las labores agrícolas sean sostenibles y no afecten al ecosistema de estos mamíferos.