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Padre e hijo, unidos por la tragedia: murieron por balas perdidas en hechos distintos
En dos meses, la violencia les arrebató la vida a un padre y su hijo. El progenitor falleció durante una matanza en un night club de Guaranda
El destino de Andrew Ezequiel, de apenas 5 años, y el de su padre, Christian Bajaña Morales, estuvo marcado por la tragedia. Ambos murieron de forma violenta, aunque en fechas, circunstancias y lugares distintos.
Christian fue asesinado el pasado 17 de mayo en un centro de diversión de Guaranda, donde se registró una masacre que dejó 6 víctimas mortales.
Dos meses después, la tarde del domingo 20 de julio, su único hijo, Andrew, perdió la vida al recibir una bala perdida. El disparo fue realizado por un sicario que llegó hasta las calles 20 y K con la intención de matar a otro ciudadano.

Cinco disparos con revólver
Según contó la tía del menor, el presunto sicario, de tan solo 17 años, habría disparado varias veces con un revólver. “Los disparos impactaron al hombre que querían matar, uno a mi sobrino y otro a la pared de una vivienda”, relató.
Por su parte, la abuela paterna del niño lloró desconsolada al narrar el pesar de haber perdido, en menos de dos meses, a su hijo y a su nieto de forma tan similar.
“Nosotros somos comerciantes de espejos, viajamos a los pueblos a vender. Mi hijo viajó un día antes de la masacre, pero esa noche salió a tomar y justo estaba en el lugar de la matanza. Son dos puñaladas que he recibido en el corazón. Me quitaron lo único que me quedaba de mi hijo”, expresó entre lágrimas.
Los familiares del pequeño exigen a las autoridades que no haya contemplaciones con el menor de edad que acabó con la vida de Andrew. (AEB)
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