El Vaticano, centro espiritual de más de 1.300 millones de católicos en todo el mundo, enfrenta una de las crisis financieras más graves de su historia reciente. Con un déficit operativo que alcanzó los 83 millones de euros en 2023 y un fondo de pensiones con un agujero de más de 600 millones de euros, la Santa Sede se encuentra en una situación económica crítica.

El recién elegido Papa León XIV, anteriormente conocido como Robert Francis Prevost, asume el liderazgo de la Iglesia Católica en medio de este panorama desalentador. Según informa ABC de España, la Santa Sede tiene un patrimonio de solo 4.000 millones de euros, comparable al de una universidad media de EE. UU., y muchas de sus propiedades inmobiliarias son inalienables por ser Patrimonio Cultural de la Humanidad.

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Los gastos del Vaticano no paran de aumentar. Más de un tercio, 167,5 millones de euros, se destinan a sueldos y pensiones; otro tercio se va en gastos administrativos para mantener activa la maquinaria; y el resto se esfuma entre donativos que hace el Papa, la depreciación de sus propiedades y gastos financieros.

Papa Francisco intentó implementar reformas

El Papa Francisco, antes de su fallecimiento, intentó implementar reformas para sanear las finanzas vaticanas. En 2023, creó una "Comisión de Donaciones para la Santa Sede" con el objetivo de aumentar los ingresos a través de donaciones. Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para revertir la tendencia negativa.

El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco Vaticano, también enfrenta desafíos. En 2023, registró unos beneficios de apenas 30 millones de euros, una disminución significativa en comparación con años anteriores. Además, el número de clientes ha disminuido, pasando de casi 19.000 en 2012 a 12.361 en 2023.

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La elección de León XIV como nuevo Papa se produce en un momento en que la Iglesia necesita no solo un líder espiritual, sino también un gestor capaz de enfrentar los desafíos económicos. Con una sólida formación matemática y una trayectoria misionera en Perú, León XIV ha expresado su intención de continuar las reformas iniciadas por Francisco, especialmente en materia de transparencia financiera.

La comunidad católica y el mundo observan con atención cómo el nuevo Papa abordará esta crisis financiera. Las decisiones que tome en los próximos meses serán cruciales para determinar el futuro económico del Vaticano y su capacidad para continuar su misión espiritual en el mundo.

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