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Las distribuidoras de útiles escolares han tenido más trabajo en los últimos días.Foto: Karina Defas / EXTRA

“Pedí prestado para los útiles”: así viven las familias el inicio del año lectivo

Para unos el décimo y los ahorros alcanzan, para otros toca endeudarse. Padres de familia cuentan cómo enfrentan los gastos escolares en Quito

Con la llegada del nuevo año lectivo en la Sierra y Amazonía, los niños sueñan con estrenar cuadernos, uniformes y zapatos. Pero detrás de esa ilusión, los padres hacen cuentas, estiran el sueldo o incluso se endeudan para cubrir todo lo que implica empezar clases.

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“Solo en zapatos ya se van 90 dólares”

Fernando Jiménez tiene una hija en cuarto año de básica. Su cálculo es claro: tres pares de zapatos (diario, lunes y deportivos) le cuestan cerca de USD 90. A eso suma uniformes por USD 100 y una lista de útiles que todavía no termina.

“Este año calculamos entre 300 y 350 dólares en total”, explica. Su estrategia es guardar poco a poco durante el año y usar el décimo de agosto. Para abaratar, va al Centro Histórico, donde —dice— siempre encuentra precios más accesibles.

Y las pensiones

Para Geovanna Martínez, la realidad es distinta. Sus hijos estudian en un colegio particular y el gasto se dispara. “Por cada niño son entre 400 y 500 dólares”, asegura. Aunque encuentra cuadernos a buen precio —“los universitarios a un dólar”—, los uniformes y la pensión hacen el peso. 

Ella cubre los gastos con el décimo y las utilidades, y recorre distribuidoras porque los precios son más cómodos.

En la Sierra y Amazonía, el año lectivo está por empezar este 1 de septiembre.Archivo

“No hay dinero que alcance”

La historia de Marcia Zúñiga refleja el lado más duro. Sin trabajo fijo, sobrevive con pequeños empleos como cocinera. Para comprar los útiles de su hijo tuvo que pedir prestado.

“Dije que me presten hasta el otro mes, para irles pagando poco a poco”, cuenta. Reconoce que este año la situación fue “demasiado cara” y que en casa toca ajustar al máximo: “Como le dije a mi hijo, vamos, compramos la lista de útiles y volvemos a almorzar arroz con huevo”.

El inicio de clases, un reto familiar

Los tres testimonios muestran que, aunque el regreso a clases siempre despierta emoción, también significa una carga que no todos afrontan igual. Mientras algunos logran ahorrar con tiempo, otros dependen del décimo o deben endeudarse.

Al final, detrás de cada cuaderno o uniforme, hay historias de esfuerzo, sacrificio y creatividad para que los niños puedan regresar a las aulas.

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