Actualidad
Detenido le quitó la pistola y disparó
Un policía fue baleado en Muisne, Esmeraldas, luego de aprehender a un sospechoso que andaba en una moto robada.

La capilla ardiente del agente que cayó durante un operativo.
Un operativo rutinario se transformó en desgracia para uno de los policías que hacía control vehicular en una de las vías del cantón Muisne, en la provincia Esmeraldas.
En el grupo de gendarmes que cumplía con la acción de control, la noche del viernes 20 de julio, se encontraba el cabo primero Jacinto Quiñónez, de 37 años, quien recibió un disparo en el costado derecho del cráneo.
Pese a que recibió atención médica emergente en el hospital Juan Carlos Guasti, de Atacames, la muerte del policía se confirmó horas más tarde en la casa de salud Carlos Pozo, a donde fue trasladado, ya que estaba previsto movilizarlo hasta Quito, según la información policial.
¿Qué sucedió?. Las primeras indagaciones reflejan que los agentes detuvieron a Luis Ortiz, quien circulaba por la carretera durante ese operativo. El hombre manejaba una motocicleta, sin saber que la revisarían mediante un sistema electrónico.
Los agentes notaron que el vehículo de dos ruedas fue reportado como robado. Ortiz, de 32 años, fue detenido y lo embarcaron en una patrulla para el inicio de las investigaciones.
Parecía que la aprehensión no tendría mayores contratiempos mientras se acercaban hasta la Unidad de Policía Comunitaria de la ciudadela Nuevo Amanecer.
Al bajarse del patrullero, según un reporte, el sospechoso salió ‘soplado’. Fue allí que el agente Quiñónez lo persiguió aproximadamente 100 metros.
El policía logró alcanzar al sospechoso y en su afán de neutralizarlo, el motociclista le habría arrebatado su arma de dotación.
Al parecer, ambos lucharon y, de un momento a otro, se oyó una detonación. El gendarme cayó herido y su agresor fue hallado con una herida en la nuca.
Agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Desapariciones, Extorsión y Secuestros de Personas (Dinased) tomaron procedimiento en el asesinato de su compañero.
En sus informes preliminares detallaron que la motivación sería delincuencia común, evasión de la justicia e intento de fuga.
Jonathan Pozo, jefe del subcircuito de Policía de Muisne, informó que Quiñónez estaba gravemente herido. Los ‘panas’ tenían la esperanza que sobreviviría, pero los doctores no pudieron salvarle la vida.
El cuerpo del policía fue trasladado al centro forense de Esmeraldas, donde sus familiares hicieron los trámites de ley.
Después el féretro del agente fue cubierto con una bandera nacional y en capilla ardiente fue escoltado por compañeros.
El proceso abierto
Las autoridades judiciales realizaron la diligencia de calificación de flagrancia por el delito de receptación. Así consta en la Judicatura, donde se desprende que Ortiz pasará detenido por un lapso de 10 días mientras se investiga el hecho.
Además, para el 31 de julio está previsto que se realice la audiencia por procedimiento directo. En esta se determinará el tiempo por el cual permanecería tras las rejas.
Por el momento no se detalló si se hará otra denuncia por el crimen del gendarme. (EC-MAG)