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Quevedo: Espera y cansancio por ‘billete’

Masiva concurrencia en la sede de la supuesta financiera a la que acuden miles de usuarios, donde esta madrugada se realizó un allanamiento liderado por la Fiscalía y en coordinación con la Policía

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Con una soga se separan a los asistentes que pugnan por entrar a participar en la aparente inversora de fondos.Cortesía

El intenso sol que quemaba la mañana y tarde de este martes 29 de junio de 2021 no desanimaba a las más de 800 personas que hacían la larga fila esperando poder entrar al complejo deportivo Tenis Club, ubicado en la vía de la Revolución Ciudadana, en Quevedo, provincia Los Ríos, donde está el Big Money, el centro de ‘inversiones’ que ha captado la atención en los últimos días.

Sobre la carretera que une al cantón El Empalme (Guayas), desde temprano de este martes, se observaba un caos vehicular por los centenares de usuarios que estacionaron sus carros paralelo a la cola de personas, y agentes de la Comisión de Tránsito de Ecuador (CTE) intensificaron el control en la zona.

Los cuidadores de carros tampoco han faltado por la masiva concurrencia. Algunos residentes han convertido sus patios en garajes. Dejar el vehículo en estos predios particulares cuesta dos dólares.

Mientras, entre los concurrentes buscaban sillas, cartones, sábanas y cualquier cosa que sirva para estar más cómodos durante la espera hasta que llegue el turno de ‘hacer el trámite’ en la mencionada empresa.

En algunos tramos de la cola, unos usuarios permanecen apretujados, entre ellos no funciona el distanciamiento recomendado para prevenir la COVID-19.

En la puerta principal, con un letrero se indica que no se puede utilizar el celular para nada. “Pobre de aquella persona que saque su teléfono, porque entre tantos se lo tiran al piso y lo dañan”, testimonia una de los asistentes, y corrobora que por eso no se ve a nadie con celular en la mano.

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Una larga cola de automotores y usuarios se aprecia a la distancia.Cortesía

En la entrada, el personal que hace las funciones de guardias están pendientes de que las personas no se alboroten.

Las horas pasan y la espera produce cansancio, pero nadie parece dispuesto a desertar de su objetivo.

De otras provincias

Don Ángel, un hombre de 48 años, pacientemente aguardaba la mañana de este martes 29. Hacía fila para ingresar y hacer un depósito.

Él había dejado a un lado su negocio de ropa y, según dijo, con fe iba a hacer la gestión. “La economía del país está pésima y tengo la confianza de que me irá bien”, acotó a modo de susurro.

Este usuario no indicó la suma de dinero que había llevado. Entre risas acotó que no quería mucha plata, pero aseveró tener amigos y familiares que metieron y ya ganaron, por eso “me decidí y aquí estoy”, resumió.

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Policías hacen vigilancia en la zona.Cortesía

Es tanto el interés que como don Ángel ha ido gente de Quevedo, de Machala, de Guayaquil y de distintos puntos de la Sierra.

De entre los que estaban primeros en la columna la táctica para salir temprano fue haber madrugado o hacer la cola desde la noche anterior.

La frase común entre ellos es: “el negocio es efectivo”, especialmente entre unos que llegaban por sus “redobles”, es decir iba a cobrar el interés, pero dejarían su platita una semana más.

Otros simplemente aguardaban en silencio.

Entre los asistentes no solo se vio a civiles, también llegaron unos policías y a otro vestido de militar. Los uniformados ingresaron directamente. Este marte se vio a uno de ellos salir de la dependencia con maletas a sus espaldas, acompañados de más personas.

Según el jefe de la policía de Quevedo, Holguer Cortez Carrión, la policía solo estaría custodiando la aglomeración de personas.

El jefe policial aclaró que la institución no tenía nada que ver con el negocio.

Entre los asistentes se comenta de que se maneja grandes sumas de dinero y eso despierta la ansiedad entre quienes esperan tener la suerte de entrar, ‘invertir’ y resultar beneficiado. Por ello no importa el cansancio de esperar en la larga cola.

Entre tanto desde la Dirección de Comunicación Social del Ejército Ecuatoriano se informó que quien dirigiría aquella financiera, el cabo primero de infantería Miguel Ángel Nazareno Castillo, desde el 7 de junio de 2021 “no se ha presentado a laborar en el Grupo de Fuerzas Especiales N.° 26 Cenepa, ubicado en Quevedo”, unidad militar a la que le habían dado pase.

Ese día, su abogada acudió a la entidad militar presentando en su representación la solicitud de baja voluntaria.

Aquella petición se encuentra en trámite; pero se ha iniciado un proceso administrativo-disciplinario por no presentarse a laborar. 

La madrugada de este 30 de junio se realizó un allanamiento, liderado por la Fiscalía y en coordinación con la Policía, en un total de tres inmuebles de esta organización que estarían relacionados con una presunta estructura de captación ilegal de dinero. 

Se recabaron elementos que contribuirán en investigación de un presunto delito de captación ilegal de dinero. No hubo detenidos, informó la Fiscalía.

Si ‘invierte’ su plata, la va a perder

Para Alfredo Vergara, exsuperintendente de Bancos, lo que ocurre en Quevedo no es más que una estafa. “Las primeras personas que entraron a este ‘sistema’ se beneficiarán con los intereses acordados. Pero con el paso del tiempo, el problema irá creciendo hasta que la persona que lo maneja no podrá controlarlo”, precisa.

Esto porque la ola de nuevos clientes ya no seguirá llegando para ‘invertir’. Y, lo más probable, es que de un momento a otro podrían desaparecer las personas que captan el dinero de este cantón de Los Ríos.

Vergara explica que es obligación de la Superintendencia de Bancos de intervenir a ese sitio. “No solo debe ser una advertencia para la gente porque no lo tomará en cuenta. Tiene que pedir explicaciones de las supuestas inversiones”.

El exfuncionario señala que si la gente está retirando sus ahorros para entregarlos a un extraño, como lo que pasa en Quevedo, corre el riesgo de perderlo todo. “Cuando sucedió el feriado bancario, las personas que lograron sacar su dinero lo hicieron para conservarlo y no perder el poder adquisitivo porque ellos lo tenían en sus manos para no confiarlo a nadie”. (MAG)