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¡Dio la vida por la de su hermano!
Un joven pintor fue arrollado en la avenida Simón Bolívar. Segundos antes de recibir el impacto empujó a su ‘ñaño’ a un costado.

Carmen Flores se sujetaba en una banca en la morgue mientras hablaba de su hijo.
Carmen Flores no se resignaba por la muerte de su hijo Érick Baca, de 20 años. Su cuerpo fue velado ayer, en la parroquia Gualea, al noroccidente de Quito, tras ser atropellado.
Flores lloraba desconsoladamente dentro de la morgue de la policía, donde fue llevado el cuerpo del chico después de producido el incidente en la avenida de Simón Bolívar.
“Me resulta imposible creer que no le tendré nunca más en mi casa”, lamentó la mujer, quien se sostenía en una banca para no desfallecer. La señora contó que el pasado sábado la víctima y su hermano Kevin salieron, aproximadamente a las 04:00, de su casa, ubicada en San José de Monjas, suroriente de la ciudad.
Ellos se dirigían hacia la parroquia de Nayón (oriente de la urbe), donde un allegado. Para tomar el bus, los jóvenes tenían que caminar por la Simón Bolívar hasta llegar a la autopista General Rumiñahui, suroriente de la urbe.
Mientras transitaban por el costado derecho de la vía, por la zona señalada para los transeúntes, repentinamente apareció un automotor que impactó por detrás a Érick, quien cayó sobre la calzada herido de gravedad.
Carmen manifestó que “al parecer Érick presintió que lo iba a arrollar un carro, en segundos reaccionó y empujó a su hermano hacia un lado, salvando la vida de Kevin”.
A un lado de la vía quedaron los hermanos, uno de ellos en grave estado, con heridas en una de sus piernas y en la cabeza. El otro quedó en shock por lo acontecido y esperaba que arribara una ambulancia con los paramédicos para que auxiliaran a su ñaño.
Los socorristas llegaron, atendieron a los afectados y trasladaron a la víctima a una casa de salud, donde los galenos solo verificaron que había fallecido.
Érick trabajaba como pintor en el cantón Cayambe. Los fines de semana descansaba y vivía con sus padres. Era el segundo de seis hermanos y no tenía compromisos amorosos.
“Era el más cariñoso. Pido justicia para que se llegue a descubrir al causante de la muerte de mi hijo”, dijo Carmen. (HA)