Varias horas les tomó a los propietarios de un bus sacarlo del lodazal de la calle Luis Pallares, barrio San Vicente, en Yaruquí, al suroriente de Quito.

La mañana del jueves 13 de octubre del 2022 esa vía fue cerrada y también quedó intransitable, luego de varias horas de aguacero.

Sin embargo, los moradores dijeron que no todo es “culpa de la lluvia”, sino de los trabajos de alcantarillado que la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps) realiza allí desde hace unos meses.

“Dejaron botando la obra por varias semanas, levantaron el empedrado”, dijo Sofía Alvear, moradora. Ella aduce que el colapso de la vía se debió a que “abrieron huecos donde había ojos de agua naturales”.

Segundo Córdova, presidente del barrio Otón de Vélez, que colinda con San Vicente, comentó que lo urgente es hacer un embaulamiento del agua de riego.

En media calle se puede ver una tubería de plástico rota por donde corre agua limpia. “Eso pusieron recién y ya se rompió”, reclamó Alvear.

Esa es la única calle que comunica a los dos barrios, por lo que varios conductores esperaron por varias horas para poder cruzar.

Fabián Cuichán necesitaba llegar al otro lado y se dio por vencido. “Buscaré si hay otras vías, pero creo que hoy no iré a trabajar”, comentó.

Ante estas denuncias, Epmaps, a través de su Departamento de Comunicación, dijo a EXTRA que se programará una inspección para conocer el estado de la obra.