Los habitantes de Manuelita Sáenz, en el sur de Quito, aún miran hacia la montaña con temor, luego de que se viniera abajo un ‘río’ de lodo que afectó a tres viviendas.

“El lunes se formó una pequeña quebrada que no había, producto del aguacero”, dijo ayer Luz Silva, una de las 31 personas evacuadas.

El Municipio de Quito informó que se activó un albergue para los afectados, aunque todos decidieron dormir en casas de familiares, como Luz.

Luego de varias horas, el agua seguía cayendo de la montaña, como si fuera una pequeña cascada. Los moradores contaron que en esa zona hay ocho ojos de agua que alimentan el flujo.

“No hemos podido ni dormir del susto. Sonó como si hubiera explotado una bomba”, relató María Dolores Toapanta, también evacuada.

Piscina ‘salvadora’

Marco Zamorano todavía no sabe cuánto le costará restaurar el muro que se vino abajo por el lodo.

Lo que sí tiene claro es que no es la primera vez que su inmueble sufre afectaciones por las fuertes lluvias. “Pasó lo mismo hace 14 años y nadie me pagó los daños”, agregó.

El material se quedó empozado en una piscina vacía que había en su patio. De no ser por esa excavación, “todo lo demás se habría perdido o habría lamentado alguna pérdida de mi familia”, expresó Zamorano.

Las máquinas llegaron hasta el sitio poco después de que se suscitara la emergencia, que aunque no registró heridos o muertos, desveló las necesidades de los barrios periféricos.

La concejala Paulina Izurieta dijo que es urgente la construcción de un colector, ya que el flujo de agua no cesa. “También verificamos que sí es un barrio regularizado al que no han llegado obras”.

Fernando Morales, también edil, comentó que si bien hay un plan de lluvias, no existe el seguimiento necesario. “Falta mayor cumplimiento de las normativas. En La Gasca, luego del aluvión, no han existido planes de contingencia”, agregó.

Los escombros

Además del lodo, también bajaron enormes piedras que deberán ser removidas en los siguientes días.

Freddy Nieto, director de Gestión de Riesgos, comentó que después de las inspecciones se determinó que la estructura de agua potable no tuvo que ver con el deslizamiento. “Al parecer, son los ojos de agua que están activos”, manifestó.

El funcionario manifestó que los trabajos de remoción de lodo se extenderán hasta la tarde de hoy. Todavía se calcula cuánto material bajó de la montaña.