Lo agarraron ‘ruco’ y en pijama. Un hombre fue detenido porque supuestamente se dedicaba a ‘cruzar’ imágenes y videos de pornografía infantil.

La mañana del viernes, miembros de la Unidad Nacional de Ciberdelito junto al Grupo de Operaciones Especiales (GOE) allanaron una vivienda en San Antonio de Pichincha, en el norte de la capital, para capturar al sospechoso.

El hombre sería responsable de utilizar contenido íntimo de niños y adolescentes para compartirlo a usuarios de Facebook de otros países.

En el allanamiento, los agentes decomisaron dentro del dormitorio del individuo un celular y una laptop en los que presumiblemente “almacenaba archivos multimedia (imágenes, videos y audios) con contenido de explotación sexual de menores de edad”, informó una fuente.

La Policía presume que dichos archivos serían obtenidos mediante la modalidad del grooming, es decir, cuando un adulto de forma deliberada acosa sexualmente a un niño o adolescente a través de un medio digital con el objetivo de obtener imágenes íntimas.

Las indagaciones, que duraron cuatro meses, determinaron que el detenido utilizaba perfiles falsos y se ganaba la confianza de sus víctimas mediante regalos. Luego “pedía fotos y videos a los menores”.

El sujeto será indagado durante los próximos 90 días, en los que las autoridades corroborarán cuál era el objetivo del sospechoso, de 49 años.

Se manejan dos hipótesis:la primera es que el individuo se lucraba con los archivos multimedia que compartía y la otra es que pertenecería a una red de porno infantil a nivel internacional.

Las estadísticas de la Fiscalía señalan que desde agosto de 2014 hasta el 12 de agosto de 2022 se han registrado 761 casos de pornografía infantil a escala nacional.

Según la entidad, la mayoría se registró el año pasado (2021).

Agentes de la Unidad Nacional de Ciberdelito indicaron que las agrupaciones criminales dedicadas a este ilícito se activaron con fuerza en 2020. ¿La razón? La pandemia de COVID obligó al uso masivo de equipos tecnológicos por parte de los niños y adolescentes.

Las provincias donde más se han registrado este tipo de delitos en los últimos ocho años son Pichincha, Guayas, El Oro, Manabí, Tungurahua y Azuay.