El nombre del kosovar Remzi Azemi salió a la luz cuando fue detenido en 2014 por ser uno de los presuntos líderes e inversionistas en la denominada Operación Balcanes (ver infografía abajo), que permitió la desarticulación de una facción de la mafia balcánica, en Guayaquil. 

Sin embargo, se desconoce el tiempo que llevaba en Ecuador, porque durante su estadía en el Puerto Principal habría estado indocumentado, pues según sus propias palabras ni siquiera podía cobrar el dinero que le enviaban desde su país de origen, Kosovo, del este de Europa.

EXTRA accedió en exclusiva a la declaración que él rindió ante la Fiscalía el 7 de junio de 2017, por las investigaciones del asesinato del albanés Hidri Ilir, ocurrido el 30 de mayo de ese año, en las calles 36 y la Ch, del suburbio guayaquileño.

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En esa versión revela detalles de su vida y cómo era su día a día en la Perla del Pacífico. En la actualidad, él está detenido en Macedonia desde el 6 de diciembre de 2023, a causa de una difusión roja de la Interpol que Ecuador solicitó por el asesinato del albanés Fadil Kacanic y su esposa Elsa Gallegos León. El doble crimen se cometió luego de que falsos policías secuestraran a la pareja y la llevaran hasta el sitio de su ejecución: el kilómetro 22 de la vía Guayaquil-Salinas.

Remzi Azemi -en su versión- cuenta que una de sus debilidades son las mujeres. Incluso, para el retiro del dinero que supuestamente le enviaban sus parientes, mantenía reuniones constantes con tres mujeres. En las descripciones que dio, a todas las identificó como bonitas. Con ellas se encontraba en diferentes sitios, como centros comerciales, cafeterías o en su lugar de residencia.

Remzi Azemi habla cinco idiomas (albanés, serbio, inglés, aleman y español) y asegura que el español lo aprendió con las mujeres con las que se relacionaba desde que llegó a Ecuador. Además, en el testimonio revela que tuvo una pareja en Milagro, Guayas, con la que tuvo un hijo. Esto dijo a la Fiscalía: “el niño tiene un año, creo”. A la madre de la criatura la describió como “delgada, latina, alta, cabello rubio, todo normal”.

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A causa de los ‘vaciles’, Remzi Azemi también fue escopolaminado, de acuerdo a su versión. Fue su coartada para el 30 de mayo de 2017 (día del asesinato de Hidri Ilir), porque estaba hospitalizado, supuestamente inconsciente. Ese hecho fue en Pascuales, tres días antes. Esto consta en su relato: “se me acercaron dos mujeres y yo les dije si querían comer algo y las invité a tomar. Ellas dicen cerveza y yo tomo cola”. De ahí, lo habrían drogado.

En su declaración, Remzi Azemi asegura que su pareja, una colombiana, lo dejó por mujeriego. Según sus palabras, en la primera casa que alquilaba, en la urbanización Belo Horizonte, en la vía Guayaquil-Salinas, esta era su rutina: despertaba, tomaba café, iba al gimnasio y volvía a casa para bañarse. Luego: “llamaba a una pelada”.

Remzi Azemi habría conocido a Hidri Ilir porque un amigo en común le habría pedido que le dé posada, pero después el kosovar habría decidido buscar otro sitio porque el albanés supuestamente consumía alcohol y cocaína las 24 horas. Según él, no dormía si no tomaba pastillas para hacerlo.

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Esos detalles constan en su declaración, pero cuando fue consultado sobre las actividades a las que se dedicaba Hidri Ilir, la respuesta de Remzi Azemi fue: “nosotros no preguntamos eso porque nos dicen sapos”. Tras los supuestos problemas de convivencia, el kosovar se habría ido a vivir a un lujoso departamento en Puerto Santa Ana, hasta que huyó de Ecuador.

El supuesto motivo de su viaje

Cuando a Remzi Azemi le consultaron qué hacía en Ecuador, respondió que había venido de vacaciones y que decidió quedarse porque tenía un tío diplomático que le había pedido hacer contactos, aunque en dos años de estadía no lo había hecho. Él no alquilaba viviendas a su nombre y tampoco hacía transacciones con su identidad. Lo hacían otras personas por él. Así también compró un auto al contado y supuestamente luego lo vendió a una de las personas que le hacía de taxista. Él movía altas sumas de dinero en efectivo. Nunca dijo en su declaración que se dedicaba a actividades ilícitas, pero confirmó que estuvo detenido por narcotráfico. En su versión, fue identificado como empresario.

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