El mensaje de WhatsApp de Alejandro fue una nota de amor, de perdón y de adiós a la vez. Un texto que, sin saberlo, sería el último que Alejandro compartiría con su madre, porque horas después la muerte le llegaría a él.

“Mechita, sabe que me puse a tomar hoy y la extraño mucho, a pesar de todo siempre usted está conmigo. Perdóname, no soy el hijo perfecto, pero lo que sí sé es que eres mi apoyo, mi amiga, y a pesar (de) que eres brava te quiero mucho. Por siempre eres y serás mi mamá”.

Ese fue el último texto que Mercedes Vite Aguilar recibió de su hijo Alejandro Camacho Vite, de 25 años, quien la mañana de este miércoles 15 de noviembre apareció decapitado, semidesnudo y maniatado a un costado de la vía al recinto Limatón, del cantón Montalvo, Los Ríos.

El hallazgo ocurrió a las 06:30, cuando unas personas que pasaban por el sector lo reportaron a la policía. Horrorizados con el atroz crimen, los lugareños explicaron a los uniformados que la cabeza estaba a 10 metros del cuerpo, pero que la víctima no era de la zona.

Mientras eso ocurría, en el sector La Ventura de Babahoyo, Mercedes buscaba a su hijo Alejandro, quien fue visto por última vez la noche del martes, cuando un amigo a bordo de una motocicleta le pidió que lo acompañe a comprar.

“Un vecino me dijo que mi hijo estaba afuera de la casa con la cría de una perra que parió y cuando llegó ese chico, entró a dejar al perrito para irse en la moto”, relató angustiada. Después de eso, llamaron a Alejandro a su celular, pero él no respondió.

Pero el dolor de madre ya le adevertía algo malo, contó  Mercedes. “Yo ya presentía que algo malo le había pasado. Toda la noche no pude ni dormir pensando que en cualquier momento me iban a llamar”, refirió. 

Los tatuajes que tenía Alejandro, una flecha en la pierna derecha, su nombre en la espalda y una semiluna en la muñeca derecha, permitieron que sus hermanos pudieran reconocerlo. El fallecido no registra antecedentes, y la policía investiga sus últimos movimientos para determinar quién se lo llevó de la casa.