El miedo a ser alcanzados por las llamas y la continua humareda provocó que varios habitantes de la ciudadela Brisas de Santay, en Durán, abandonaran sus hogares.

Esta zona residencial está ubicada en el kilómetro 6.5 de la vía Durán-Tambo y es la más cercana a Procarsa, la empresa donde se produjo el incendio que se prolongó por más de 40 horas.

Lucciola Muentes, subintendenta del Guayas, indicó que por precaución algunos habitantes de esta zona residencial decidieron evacuar voluntariamente y que para precautelar la seguridad de los bienes se pidió la colaboración de la policía.

“Hemos desplazado a la Policía Nacional para que prevalezca el cuidado de los bienes de las personas que decidieron dejar sus casas por su cercanía con el fuego. Temían que la contaminación por el humo les cause una afectación respiratoria, en la piel o algún tipo de malestar psicológico, ya que fueron testigos de las llamas”, expresó la funcionaria.

Muentes explicó que para mitigar las llamas que consumieron, tanto parte de la fábrica como del galón de Procarsa, se recibió la colaboración de los cuerpos de bomberos y de los GAD municipales de otros cantones de la provincia.

“Se desplazaron tanqueros de Guayaquil y varias tomas de agua para sofocar las llamas que superaron los 30 metros de alto. La naturaleza es tan buena que el viento sigue para la derecha, donde no hay contaminante potente”, señaló la subintendenta del Guayas.

El teniente coronel Carlos Montúfar, jefe del cuerpo de Bomberos de Durán, afirmó que la variación del viento provocó la contaminación e incendio de otra parte de la cartonera Procarsa, pero destacó que pese a la magnitud de la emergencia no existió desabastecimiento del líquido para sofocar las llamas.

“A pesar de que se afectó la parte del canchón de rollos de bobina de papel y se contaminaron 1.200 metros cuadrados, lo que provocó que tengamos otra emergencia, no hemos tenido dificultad porque tuvimos el apoyo de cantones vecinos”, mencionó Montúfar,

Agregó que los rollos de bobina de papel afectados superaban los nueve metros de altura y eran de fácil y rápida combustión. “A mayor cantidad, es mayor la temperatura, ahora solo son brazas”, afirmó.

El jefe político de Guayaquil, Jonathan Moreira, explicó que durante la emergencia participaron 40 vehículos de socorro, 30 de ataque y diez de abastecimiento, además de 600 bomberos. También colaboraron Comisión de Tránsito, CNEL (Empresa Eléctrica) y bomberos de Guayaquil, Daule, Samborondón, Lomas de Sargentillo, Yaguachi y Milagro.