Héctor Donato Bohórquez Bonilla y Lupo Arroyo Ayoví estaban dentro de sus viviendas cuando fueron atacados por sus verdugos. En ambos casos los asesinos llegaron en motocicletas y a la fuerza ingresaron a las casas de las víctimas, ubicadas en el Guasmo sur de Guayaquil.

Estos dos crímenes, con los que suman 89 las víctimas mortales en este sector, que conforma el distrito Sur, ocurrieron con nueve horas de diferencia. El primero se registró en la cooperativa El Cóndor y el segundo en la cooperativa Causa Proletaria.

A las 13:30, Bohórquez, de 46 años, a quienes sus vecinos lo conocían como hermano Héctor, realizaba labores de albañilería en el segundo piso de su domicilio cuando tres motocicletas con dos ocupantes cada uno se estacionaron afuera de su casa. De cada moto descendió un individuo, quienes entraron a la vivienda y lo acribillaron.

El teniente coronel José Erazo, jefe del distrito Sur, indicó que la víctima no registraba antecedentes penales y que no hay indicios claros que conduzcan a su asesinato.

“Era un hombre religioso. Siempre andaba con la Biblia. Los asesinos subieron hasta la planta alta y allí lo acribillaron. Se encontraron 22 indicios balísticos”, dijo el jefe policial.

Mataron al hijo y al padre

A las 23:00, tres hombres en moto llegaron hasta el inmueble donde habitaba, desde hace más de 30 años, Lupo Arroyo Ayoví, dos de ellos entraron y le dispararon. Una conocida de la víctima, quien se encontraba de visita en su domicilio, resultó herida.

El occiso, de 64 años, registraba dos antecedentes penales por robo y uno por asesinato. En enero pasado, uno de sus hijos, Lupo Darío Arroyo Mendoza, también fue victimado por sujetos que circulaban en un auto color vino.

El teniente coronel Erazo explicó que la conviviente del fallecido resultó ilesa.