El asambleísta Sergio Peña Veloz rompió el silencio tras ser expulsado de la bancada de Revolución Ciudadana (RC) y lo hizo con un mensaje cargado de críticas directas. En una publicación en su cuenta de X, Peña lanzó una serie de acusaciones contra lo que calificó como un pequeño grupo de dirigentes del movimiento, a quienes responsabilizó de prácticas sectarias y de perjudicar a Ecuador.

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El legislador fue separado oficialmente de la bancada correísta luego de haber votado a favor de un informe legislativo impulsado por el oficialismo, en el marco del primer debate de un proyecto de ley económica urgente enfocado en la desarticulación de economías criminales. La Revolución Ciudadana había manifestado su oposición frontal a dicho proyecto, al que calificó como inconstitucional y contrario a los principios del movimiento.

Frente a su salida, Peña decidió responder con contundencia. En su mensaje, repitió seis veces la expresión "las manzanas podridas" para referirse a quienes, según él, han desvirtuado el proyecto político que en algún momento compartieron.

“Las manzanas podridas están a favor de la delincuencia. Las manzanas podridas les mienten a sus propios militantes. Las manzanas podridas se oponen a todo. Son apenas tres o cuatro, pero hablan como si representaran un proyecto político… y no lo hacen. Las manzanas podridas son las mismas que pierden elección tras elección por ser sectarias. Los verdaderos traidores a la patria son quienes anteponen sus intereses personales por encima del bienestar del país. Éxitos y bendiciones", publicó.

¿Quiénes son las "tres o cuatro" que dominan Revolución Ciudadana?

Aunque Peña no dio nombres, su crítica apunta a una supuesta cúpula que controla las decisiones internas del correísmo. Esta no sería la primera señal de fractura dentro de la bancada: previamente, la asambleísta Mónica Salazar también se desvinculó del bloque, lo que representa otra baja para RC en el actual período legislativo.

Con la salida de Peña, la bancada de la Revolución Ciudadana queda con 65 legisladores, debilitando su posición frente al oficialismo liderado por Acción Democrática Nacional (ADN), que ya suma 69 votos y consolida una mayoría operativa.

El propio Peña, en videos publicados en sus redes sociales, había anticipado su desacuerdo con la línea del bloque. Denunció que las decisiones se imponen por parte de un grupo reducido, mientras que las voces disidentes son silenciadas o sancionadas. También afirmó que su respaldo no se debe solo al partido, sino a una comunidad de seguidores propia.

¿Qué significa esta nueva fisura para el correísmo?

La pérdida de cohesión interna no solo implica una desventaja legislativa para RC, sino que también pone en evidencia una crisis de liderazgo. Mientras el oficialismo gana terreno al sumar adeptos fuera de su bancada, el correísmo parece quedar en una posición más vulnerable, sin capacidad de bloqueo ni de negociación efectiva.

Estas tensiones internas abren la puerta a nuevas reconfiguraciones políticas en la Asamblea Nacional, donde los votos sueltos —como los de Peña— pueden convertirse en piezas clave para la gobernabilidad.

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