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Su vida se apagó al interceptar una persecución
Camioneta que huía de la policía en Guayaquil se pasó una luz roja e impactó con un auto, donde viajaban dos adultos y dos niños.
Este vehículo era perseguido por la policía y se accidentó con otro frente a una iglesia.
Los peregrinos llegaban a paso lento para la misa dominical de las 07:00. Aún faltaba media hora. Algunos se agrupaban a conversar y otros se acercaban a los puestos de comida que otros fieles tenían en los patios de la parroquia Nuestra Señora de la Alborada, en el norte de Guayaquil.
La mañana era fresca y todo transcurría en paz, pero bastaron sesenta segundos para cambiar la realidad. A las 06:31, un estruendo hizo que todos se voltearan hacia la intersección de la avenida Baquerizo Nazur y calle José María Egas, en el sentido este-oeste.
Una camioneta negra, de cabina doble, impactó contra un automóvil verde, en el que se movilizaban cuatro personas. Estas se llevaron la peor parte, porque el conductor falleció y sus tres acompañantes resultaron heridos.
En cambio, los dos ocupantes del vehículo que presuntamente causó el accidente no sufrieron muchos daños y fueron inmediatamente ingresados al patrullero de la Policía Nacional, que los iba persiguiendo supuestamente desde Sauces.
“La camioneta (...) vino sustrayéndose un grupo de baterías de vehículos. La policía se percató del ilícito y empezó la persecución. Al llegar a este sector, irrespetaron la luz del semáforo y golpearon al auto que cruzaba correctamente”, informó el capitán José Rivas, de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).
Algunos transeúntes intentaron linchar a los sujetos que iban en la camioneta, pero los agentes lo impidieron y los metieron en un patrullero, en los exteriores de la iglesia.
El ECU-911 coordinó la atención de la emergencia y envió ambulancias al sitio, pero la vida del conductor ya se había apagado en el instante del choque, pues fue en su puerta donde colisionó la camioneta.
La víctima fue identificada como Carlos Alay Merchán. Sus acompañantes eran su prima Beatriz Morales y los hijos de ella, una niña y un varón, de 7 y 2 años. Este último estaba grave y permanecía en el hospital Francisco de Icaza Bustamante. En cambio, Beatriz y la pequeña quedaron bajo cuidados médicos en la clínica Proaño, a doscientos metros del lugar del accidente.
Antonio Morales, un pariente, contó que las víctimas viajaban al cantón La Libertad, pues el pasado viernes llegaron a Guayaquil para adelantar las compras de una fiesta de cumpleaños y por motivos de negocio. Ayer, Alay Merchán los llevaría de regreso, pero el accidente les truncó el viaje y se llevó la vida de Carlos.
El sacerdote de la iglesia del sector también fue testigo de la escena y se acercó al automóvil para darles la bendición.
“De una fiesta”
Sin embargo, el abogado Gabriel Jácome, representante de los dos detenidos, sostuvo que a sus clientes no los habían atrapado robando y que las baterías y otros objetos hallados en la camioneta no serían de ellos, porque supuestamente el vehículo era prestado.
El jurista relató que ambos “estaban tomando, salieron de una fiesta, ingresaron al vehículo que les prestó un amigo de ellos y se dirigieron a su casa”.
Además, sostuvo que en el camino, cuando notaron que los agentes se les acercaban, “trataron de evadir la responsabilidad ante los servidores policiales, una contravención por el consumo de alcohol, y procedieron a la fuga”.
Jácome señaló que presuntamente no habría pruebas para procesarlos por algún delito, “solo por el accidente de tránsito”. “Y solo el conductor es responsable por el hecho, que es culposo y no doloso”. (SCM)