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Tejedores cuecanos exponen su creatividad en exposición

Jaime Marín, Cuenca
Rosa Peñaranda, de 85 años de años, junto a las hermanas Amanda y Estela Maldonado, con su sobrino Sebastián Guillén, ordenaban orgullosos unas macanas o chales tejidos ancestralmente con la técnica Ikat. Son nativos de la localidad de Bullcay y Bulzhún, perteneciente al cantón Gualaceo, donde unos 50 tejedores mantienen el oficio ancestral para el tejido, diseño y coloración de la macana.
Desde la mañana de hoy viernes 22 de julio, ellos forman parte de una exposición organizada por el Centro Interamericano de Artes y Artesanías Populares, quien el 9 de julio pasado cumplió un año de la declaratoria hecha por el Ministerio de Educación, como Patrimonio Intangible del Estado.
Dice Rosa que el tejido heredó de sus abuelos, igual las hermanas Maldonado señalan "eso aprendimos de niñas, y estamos orgullosas de mantener la tradición".
Los expositores explicaron que la elaboración del paño consiste en la utilización de hilos de algodón, lana y seda, estos son amarrados en un penco de cabuya. Los diferentes diseños de flores, animales se forman del contraste entre las zonas del hilo que conservan su color original por estar 'amarradas' con cabuya, y las que no están, toman el color del tinte empleado.
El Ikat es una técnica que viene de Malasia e introducida hace unos seis mil años a América, según la historiadora e investigadora Virginia Íñiguez.
“No existe mayores datos o investigaciones profundas que puedan dar cuenta de los tiempos y espacios donde en Ecuador antiguamente se aplicaba este tejido y la técnica Ikat. Salvo algunos indicios dichos por el arqueólogo Jaime Idrovo que, según vestigios, podrían haber sido aplicada ésta técnica por la cultura Valdivia y los grupos Quevedo-Milagro, en Guayas", indicó Íñiguez.
La historiadora e investigadora, dice, sin embargo, que fue en las cercanías a Gualaceo, a 36 kilómetros de Cuenca, donde los comuneros posesionaron el arte del tejido Ikat.