Personal de la Unidad Nacional de Puertos y Aeropuertos observó que una pareja de personas se puso nerviosa antes de subirse al avión con destino a México, en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, en el suroriente de la capital.

Los agentes los separaron de la fila de pasajeros para entrevistarlos. Se trataba de un hombre y una mujer de 45 años de nacionalidad mexicana, quienes pretendían retornar a su tierra natal en un vuelo comercial.

Al ver que continuaban nerviosos, los policías les pidieron sus maletas para revisar si en su interior llevaban algún objeto ilícito, pero no encontraron nada. Luego los entrevistaron a cada uno por separado y ambos daban versiones diferentes sobre la actividad que vinieron a realizar a Ecuador. Sus declaraciones tenían varias incoherencias.

Por esta razón, los agentes los ingresaron al cuarto de rayos X para sacarles una placa y observaron que en el interior del abdomen había unos objetos extraños que no pertenecen al organismo humano. Para verificar este indicio, los extranjeros fueron llevados al Hospital Eugenio Espejo para que un médico realizara otra placa radiográfica.

En esta ocasión, el galeno certificó que existían cuerpos extraños y que podrían tratarse de sustancias sujetas a fiscalización.

Minutos más tarde, y al verse acorralados, la pareja mexicana confesó que había ingerido cápsulas con droga y que los utilizaron como mulas. Los internaron en el centro hospitalario, con custodia policial, para extraer las sustancias.

Luego de la extracción, los sospechosos fueron llevados hasta centros de reclusión, mientras se inicia el proceso judicial en su contra por el delito de tráfico de droga a gran escala.

Tras el pesaje del alcaloide se pudo determinar que el hombre llevaba cerca de 900 gramos de cocaína, mientras que a la mujer le sacaron 800 gramos con esta sustancia.