Una saludable coincidencia

Hay quienes dicen que somos lo que comemos. Pero, ¿se ha puesto a pensar que existen alimentos que se parecen a nosotros y en particular a algunos órganos de nuestro cuerpo? Haga memoria. Las nueces parecen pequeños cerebros, entre otros ejemplos más.

En una reciente entrevista que hizo la agencia Efe a la doctora española María de Amaro, la especialista aseguraba que “se han realizado varios estudios sobre estas similitudes, pero la teoría más conocida es la ‘Teoría de los signos’, presente en numerosos países como medicina popular”.

Y es que desde tiempos antiguos, algunas culturas ancestrales se valían de estos parecidos para identificar en la naturaleza a aquellos productos que resultaban beneficiosos para la salud.