El clima fresco de la mañana de este 29 de marzo en Guayaquil permitió que los creyentes católicos puedan realizar las procesiones sin mayor complicación.

En la procesión de las iglesias del Norte donde se justaron las parroquias de Nuestra Señora de la Alborada, Rosa Mística Miguel Arcángel, Nuestra señora de Czestochowa y Santa Isabel, se observó a decenas de comerciantes que aprovecharon la ocasión para vender sus productos y mascotas que también participaron del acto religioso.

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Para los primeros, el negocio fue redondo, ya que pese a que el sol no se evidenció con tanta intensidad, la humedad y el calor provocaron que los feligreses constantemente compren agua, jugos, colas y granizados.

“Dios es bueno y no solo permitió que haga la procesión sino que también pueda trabajar vendiendo agua y colas. La venta ha sido mejor de lo pensado ”, dijo Elías Castro, que con dos maletas comercializaba los productos.

En negocio también fue efectivo para los puestos donde se venden desayunos ya que muchas personas aprovecharon y comieron mientras realizarin la procesión.

Las mascotas no se quedaban atrás quienes también, llevados por su dueños, caminaron durante la procesión. “Para nosotros es un acto de fe, para ellos es un paseíto. Es segundo año consecutivo que los saco en la procesión. El clima está ayudando”, comentó Nathaly Rosero, que realizaba la caminata junto con su esposo y dos perros de raza pequeña.

En otros casos los feligreses aprovecharon y acariciaron a las mascotas que llamaron la atención de los participantes de la procesión.

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