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Violencia en Ambato: Balacera no detuvo el fútbol barrial en el sector de Terremoto
Un domingo de fútbol barrial en el sur de Ambato se transformó en una escena de violencia cuando un sujeto disparó contra una pareja.
Lo que se esperaba que fuera una tarde más de fútbol barrial en el sector de Terremoto, al sur de Ambato, se transformó en una cruda escena de violencia que, por un instante, paralizó los corazones de quienes disfrutaban del partido. Pero solo fue por un instante, porque el encuentro se reanudó después, cuando los agentes de las unidades especializadas dejaran la escena del delito.
Aproximadamente a las 14:00 del domingo 7 de septiembre, el eco de al menos tres disparos rompió la calma del barrio. Un sujeto a pie y con un casco, según relatos de los testigos, disparó contra un hombre y una mujer que se encontraban cerca de la entrada de la iglesia barrial.
El pánico se apoderó de la cancha y las gradas, y la gente corrió para resguardarse. El agresor, por su parte, se marchó de la misma forma en que llegó: caminando con una frialdad escalofriante.
Los heridos, que fueron trasladados a una casa de salud bajo resguardo policial, quedaron tendidos en el suelo. Personal de las unidades de la Dinased y Criminalística, llegó para acordonar el área y recoger las evidencias.
"No activaron las alarmas"
Mónica Orellana, una vecina del sector, expresó su asombro ante la falta de acción del sistema de alarmas. "No sonaron ni las alarmas", lamentó, aludiendo a la impotencia de la comunidad ante un hecho de esta magnitud que primera vez ocurre en el barrio.
Los vecinos, que no reconocieron a las víctimas ni al agresor, manifestaron su temor, pues "no sabemos qué clase de personas llegan a los partidos", según Gabriela Núñez.
Luis Vega, otro habitante, comentó que el ataque duró cuestión de minutos y que el sicario logró huir sin ser detenido
El árbitro no dejó de pitar
Cuando la policía concluyó sus labores, los jugadores regresaron a la cancha y el partido se reanudó. El balón volvió a rodar, los gritos de aliento regresaron y los pocos espectadores que se quedaron intentaron retomar la normalidad.
La escena fue un contraste dramático: por un lado, la investigación de un crimen violento; por otro, la reanudación de un evento deportivo.

La decisión tomada por los directivos del fútbol barrial, para algunos, fue una muestra de que la comunidad no se rinde ante la delincuencia. Para otros es una señal de que la sociedad se está acostumbrando a la violencia.