Cinco tiros acabaron con la vida de un joven. Ocurrió aproximadamente a las 12:00 de este viernes 5 de noviembre en las calles 42 y Rosendo Avilés, en el suroeste de Guayaquil.

La víctima fue identificada como Alberto Parrales y según moradores del sector, su verdugo, quien se movilizaba en una bicicleta, lo persiguió por varios metros.

"Por más que trató de escapar lo remataron en la puerta de la iglesia. Parrales, el hoy fallecido, vivía a unas cuantas cuadras y lo conocemos como Chepo", dijo un vecino.

La tía de la víctima de este atroz crimen manifestó que su sobrino llevaba varios años consumiendo droga y que desde hace dos semanas ya no vivía en la casa de sus padres.

El cadáver de Parrales  fue cubierto con una sábana. A los pocos minutos llegaron agentes de Criminalística y de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas para recabar indicios que esclarezcan este nuevo crimen que enluta a una familia guayaquileña.