Buena Vida
Odio el teléfono de mi mamá
Hay padres que son adictos al celular, se encierran en su mundo y se olvidan que hay vida más allá de las pantallas, algo que, sin duda, puede poner en grave peligro la relación con los demás y también con sus propios hijos.

Todos hemos perdido el tiempo alguna vez mirando la pantalla del celular y también nos hemos desconectado del mundo real, pero ¿cómo afecta a nuestros hijos?
Hay padres que son adictos al celular, se encierran en su mundo y se olvidan que hay vida más allá de las pantallas, algo que, sin duda, puede poner en grave peligro la relación con los demás y también con sus propios hijos. Los papás sin darse cuenta los están ignorando, y lo peor, los pequeños pueden sentirse desplazados.
Cómo saber si se siente desplazado
- Cuando deja de decirte que le prestes atención. Si tu hijo de repente ya no le agrada compartir momentos de calidad contigo deberás empezar a alarmarte. Es probable que haya perdido el interés en pasar tiempo a tu lado por tu desinterés hacia él y tu importancia por tu teléfono.
- Cuando tiene una rabieta porque no le haces caso. Si estás mirando el Facebook o cualquier otra cosa en tu teléfono y de repente te das cuenta que tu hijo está enojado o con una pataleta porque no le estás prestando atención es el momento de desconectar el celular y preguntarle a tu hijo qué quiere decirte o compartir contigo.
- Cuando te grita varias veces la misma cosa. ¿Has notado alguna vez ese comportamiento? Quizá no ha empezado diciéndotelo en voz alta, pero al ver que no le haces caso ha decidido alzar la voz para ver si de ese modo le prestas más atención.
Desde el punto de vista de un niño
Mariana (nombre protegido) tiene 11 años y cada vez que suena el teléfono de su mamá, ella vira los ojos o hace muecas de inconformidad.
-¿Te cae mal la persona con la que está chateando con tu mami?
- “No. Ni sé quién es. Lo que me cae mal es el teléfono de mi mamá. Creo que es adicta, le llega un mensaje y como que se emboba, empieza a reírse sola, imagino que son chistes que le envían”.
-¿Le has dicho que te cuente esos chistes?
- “Sí, pero me dice que son cosas que les pasan a sus amigas”.
-¿Ella se toma fotos contigo y las publica en su Facebook?
- “Sí, a veces y pone que me ama”.
-¿Y ese detalle, no te gusta?
No, porque no me deja tener face, entonces cómo voy a leerlo, me gustaría que me lo dijera personalmente.
¿Qué dicen los estudios?
La revista Child Development publicó sobre un estudio en el que se evaluaron a 170 familias que tenían al menos un niño con una edad promedio de tres años. Los investigadores les pidieron a los padres que indicaran la cantidad de veces que el móvil, el computador o la tablet interrumpían el tiempo que pasaban con sus hijos.
Un 11% aseguró que nunca sucedía, un 17% que solo ocurría una vez al día, un 24% afirmó que pasaba par de veces en la jornada y el 48% reveló que el teléfono interrumpía la relación con sus hijos tres veces o más al día.
Al evaluar el comportamiento de los niños de esas familias, los investigadores encontraron que a medida que aumentaban las distracciones de los padres a causa de la tecnología, también se incrementaban los problemas de conducta en los niños. JVC