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Buena Vida

Diego Londoño y Amy posan juntos en Machala, Ecuador, tras reencontrarse gracias a un viaje que él emprendió desde Chiclayo.CORTESÍA.

Diego Londoño viajó a Machala para cumplir una promesa: reencontrarse con Amy

El colombiano ‘se pegó’ el viaje desde Chiclayo, en Perú, hasta Machala para volver a ver a la joven que lo hizo viral. ¿Hubo final feliz?

El hombre cuya historia le dio la vuelta al continente cumplió su promesa: conocer a Amy Solano, la joven que lo grabó en Machala sin imaginar que estaba ayudando a reencontrar a un colombiano desaparecido. Hoy están juntos otra vez en Ecuador.

“Llegó el día de suerte”, escribió Amy en TikTok. Y no era para menos. Diego Londoño cumplió su palabra: tomó un bus desde Chiclayo, cruzó fronteras y llegó a Machala otra vez para conocer a la chica que, sin querer, le cambió la vida.

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Todo comenzó en las calles de la capital de la provincia de El Oro, con un video simple pero poderoso. Amy, una joven ecuatoriana de paso por la ciudad, grabó un tiktok en el que se probaba ropa frente al espejo. En segundo plano, se colaba la figura de Diego con mirada tranquila, barba crecida y una flauta en la mano. Lo que parecía solo un video de moda, pronto se volvió un fenómeno viral.

Desde Colombia, la familia de Diego vio la grabación y lo reconoció de inmediato. Tenían años sin saber nada de él. Estaba desaparecido, con un diagnóstico de demencia, y sus seres queridos lo daban por perdido. La viralización de ese tiktok fue el primer eslabón para el reencuentro.

@amysolanogutierrez

Yo quería hacer un video del nuevo pantalón Elisa de Rafaela Ecuador pero Dios tenía otros planes…

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La comisaría, la llamada y la libertad elegida

Poco después, la historia llegó a los medios. Las redes explotaron. Y Diego fue ubicado en Chiclayo, donde vivía de su música y de las artesanías que fabricaba con alambre de cobre. Dormía en las calles. Comía lo que podía. Caminaba sin rumbo.

La Policía lo resguardó temporalmente en una comisaría. Desde ahí, pudo hablar por videollamada con su familia en Colombia. También se comunicó por primera vez con Amy, a quien le agradeció por hacerlo “famoso” y le prometió que, algún día, la visitaría.

Pero al preguntarle si quería volver a casa, Diego fue claro: “No quiero regresar todavía... Estoy bien, tranquilos”.

La familia no tenía recursos para viajar a verlo, y la Policía, al no haber delito ni motivo legal para retenerlo, lo dejó en libertad.

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Diego Londoño, identificado tras dos años desaparecido, mantiene su camino incierto en el norte de Perú.Montaje extra

Chiclayo lo abrazó​

Pero Diego no volvió a quedar solo. En Chiclayo, muchas personas comenzaron a reconocerlo. Le regalaban comida, ropa limpia, lo llevaban a cortarse el cabello, le compraban sus figuras y lo escuchaban tocar su flauta en las esquinas. Se volvió parte del paisaje urbano y del corazón digital de miles.

Una mujer llamada Lili y su hija Anyela no solo lo saludaron: le ofrecieron un techo, lo alimentaron, le consiguieron un celular y lo animaron a abrir su propia cuenta de TikTok.

En uno de sus primeros videos, él les confesó algo que rompió el alma de muchos: “Hace tiempo no dormía sin frío”.

Los videos en los que aparece comiendo ceviche chiclayano, saludando a la gente o improvisando canciones se hicieron frecuentes. Algunos momentos eran nítidos, otros confusos.

Como explicó su familia, Diego sufre demencia, y en cámara se nota un poco: divaga, repite frases, olvida cosas. Pero también ríe.

Y llegó el día de suerte…​

El 8 de octubre, un mes después de ese primer video viral, la historia sumó un nuevo capítulo: Diego viajó desde Chiclayo hasta Machala para conocer a Amy. Viajó solo, en bus, cruzando fronteras. Lo hizo por voluntad propia. Por cariño. Y por palabra.

Amy lo esperó con los brazos abiertos, como quien recibe a un amigo que siempre estuvo allí, aunque detrás de una pantalla. Lo llevó a la peluquería, le renovó el look y juntos recrearon el famoso tiktok que lo inició todo: ella frente al espejo, probándose ropa… y Diego, de fondo, mirando con ternura.

El video fue subido con una sola frase: “Llegó el día de suerte”, como la canción que suena en la grabación. Y como guiño al destino que los unió. “Diego está muy bien y listo para seguir caminando por el mundo”, agregó la machaleña.

@amysolanogutierrez

Llegó el día de suerte. ✨ Diego está muy bien y listo para seguir caminando por el mundo.

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Un día después, ya tenía más de cinco millones de visualizaciones, miles de likes y una avalancha de comentarios: “El video más esperado de TikTok”, “Llorando por desconocidos otra vez”, “Amiga, ¿haces envíos a todo el país? Digo, por si no lo quieres”.

En su propia cuenta de TikTok, Diego no ha dicho mucho. Solo subió una foto con Amy y el tema ‘Amigos’ de Enanitos Verdes de fondo: “Porque siempre estarás en mí… porque un amigo es una luz, brillando en la oscuridad”.

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Una historia con corazón, no con punto final

¿Volverá a Colombia? ¿Se quedará en Ecuador? ¿Seguirá viajando? Nadie lo sabe. Ni siquiera él, por ahora. Pero hoy, Diego Londoño no está perdido. Está acogido, acompañado y querido. Amy Solano aseguró en una transmisión en vivo, junto a Diego, que se encargará de que el colombiano tenga el suficiente stock de artesanías que hace con sus propias manos para que pueda seguir viajando todo lo que desee.

Y como él mismo dijo, con una flauta en la mano y el corazón libre: “Gracias a Amy soy famoso… y gracias a ustedes ya no estoy solo”.

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