Un saludo tímido en el reflejo de una vitrina en Machala bastó para que el mundo se fijara en él. Nadie imaginaba que aquel hombre, con mirada perdida pero sonrisa amable, era Diego Londoño, un colombiano de 41 años que llevaba dos años desaparecido y que hoy permanece bajo resguardo en la comisaría de Mocupe, Perú, esperando que su familia lo abrace de nuevo.

El caso, surgido en TikTok, se convirtió en una búsqueda internacional que unió a Ecuador, Colombia y Perú. Ahora suma un capítulo inesperado: Diego fue encontrado en Chiclayo y volvió a hablar públicamente, aunque con frases cargadas de recuerdos confusos y una determinación sorprendente.

“Está aquí por su voluntad”

El teniente Sánchez, jefe policial en Mocupe, confirmó a EXTRA que Diego “está aquí por su voluntad y no ha puesto resistencia”. El oficial aclaró que ya se coordinó con sus hermanas en Colombia para la entrega y que, mientras tanto, el parcero está tranquilo y cuidado. Incluso, hace pocos días pudo realizar una videollamada con sus hermanas, quienes lloraron al verlo vivo después de tanto silencio.

“Esperará aquí hasta que algún hermano venga por él”, agregó Sánchez, quien insistió en que Diego no está detenido, sino acogido temporalmente.

La entrevista en Chiclayo

Antes de llegar a Mocupe, Diego fue entrevistado por Latina Noticias desde la comisaría de Chiclayo. Con voz calmada, pero entre frases mezcladas, aseguró: “Ellos saben que me gusta mucho viajar. En este momento estoy en una experiencia de vida. Esta experiencia es una historia que escribo, se llama ‘Natural History Jet’. Yo soy escritor, ¿sabes? Tengo un contexto social”.

Incluso mencionó que contaba con la bendición del papa Francisco y recordó que vivió en Alemania y recorrió África. De regreso en Sudamérica, relató haber estado en Lima, Arequipa (en Perú) y en Ecuador, antes de instalarse en las playas peruanas.

Consultado sobre si volvería con su familia, fue contundente: “No tendría por qué volver a Colombia porque ya tengo una vida acá afuera. La familia es buena un tiempo cuando vives ahí, pero en mi país no es tan fácil ser artista. Y me ves un poquito loco acá, por ser diferente”.

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Pero también envió un mensaje de cariño a sus hermanas: “Doña Judith, Martha… yo estoy bien, viajando, explorando mi vida. Estoy bien, técnicamente bien”.

El origen del viral

Todo comenzó con un video grabado por Amy Solano, una joven empresaria ecuatoriana, en Machala. En el reflejo de un escaparate, Diego saludaba. El video se hizo viral, con más de 46 millones de vistas. Entre los comentarios, apareció uno que lo cambió todo: “Él es mi hermano Diego Londoño, lo buscamos desde hace dos años”.

De inmediato, la familia confirmó su identidad y empezó la carrera por hallarlo. Amy viajó a la frontera, tocó puertas en Perú y no descansó hasta lograr ubicarlo. “El tiempo se acorta y necesitamos apoyo de las autoridades”, reclamó mientras pedía intervención de consulados y protocolos de protección.

El parcero no es un mendigo

En Colombia, sus parientes defienden con fuerza la imagen de Diego. Oriundo de Yarumal, Antioquia, estudió Filosofía y Música, habla inglés, italiano y alemán, y trabajó como profesor universitario y músico.

“Con la música paga el hotel, se viste. Él no es un mendigo que come de la calle”, afirmó un familiar a la prensa.

Un caso que une a tres países

Diego sigue en Mocupe bajo cuidado policial, mientras su familia organiza el viaje para recogerlo. El teniente Sánchez lo resume: “Se encuentra bien el parcero”.

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