Hacer ejercicio es esencial para llevar una vida saludable, pero si no se practica correctamente, también puede traer consecuencias. Sí, hablamos de esas lesiones que parecen surgir ‘de la nada’.

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En caso de que te lastimes corriendo, 'peloteando' nadando, o practicando cualquier otro deporte, la fisioterapia deportiva se presenta como la opción más efectiva. No solo ayuda en la recuperación cuando algo se ha torcido, estirado o desgarrado, sino que también cumple una función preventiva.

“En la fisioterapia deportiva no solo buscamos que el paciente se recupere de una lesión, sino también optimizar su rendimiento y evitar recaídas. Un tratamiento adecuado y personalizado puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y complicaciones a largo plazo”, explica Victoria Enríquez, fisioterapeuta de PraxMED.

Y esta especialidad no es exclusiva para atletas profesionales. Está dirigida a cualquier persona que mantenga una rutina de ejercicio. Los tratamientos combinan técnicas de rehabilitación con ejercicios específicos y estrategias que fortalecen los músculos, protegen las articulaciones y mejoran la movilidad general.

Lesiones deportivas comunes

De acuerdo con datos de aquel centro médico, las lesiones más comunes tratadas con fisioterapia deportiva son: tendinosis, esguinces, desgarros musculares, lesiones meniscales y problemas lumbares o dorsales.

¿Qué tratamientos se realizan ante una lesión deportiva?

• Ejercicios terapéuticos: Rutinas personalizadas que fortalecen los músculos, mejoran la estabilidad y restauran la función articular.
• Electroterapia: Aplicación de impulsos eléctricos que estimulan los músculos, disminuyen la inflamación y alivian el dolor.
• Crioterapia y termoterapia: Uso de frío o calor para reducir inflamaciones y favorecer la recuperación de los tejidos dañados.
• Ondas de choque: Técnica que estimula la reparación de tejidos y acelera la recuperación en lesiones crónicas.
• Vendaje neuromuscular: Aplicación de cintas especiales que ayudan a reducir la inflamación, mejorar la circulación y estabilizar los músculos afectados.
• Tecarterapia: Promueve una recuperación rápida gracias a sus efectos sobre la circulación sanguínea y la regeneración celular.
• Láser de alta potencia: Acelera los procesos de regeneración celular, reduce la inflamación y actúa como analgésico.

¿Cuáles son las recomendaciones para prevenir lesiones deportivas?

Enríquez enfatiza en la importancia de que todo atleta tenga los cuidados necesarios para evitar complicaciones médicas que puedan acarrear consecuencias más graves. Para ello, ofrece las siguientes recomendaciones:

1. Calentamiento y estiramiento adecuado: Antes de cualquier actividad física, es fundamental realizar una rutina de calentamiento y estiramientos para preparar los músculos y evitar desgarros o contracturas.
2. Fortalecimiento muscular: Mantener una buena condición muscular ayuda a reducir el impacto en articulaciones y tendones, previniendo lesiones como esguinces o tendinitis.
3. Uso correcto del equipo deportivo: Utilizar calzado y equipo adecuados para cada deporte evita impactos innecesarios y protege las articulaciones.
4. Escuchar al cuerpo: No ignorar el dolor o molestias persistentes, ya que pueden ser señales de sobrecarga o lesión en desarrollo.
5. Atención fisioterapéutica temprana: Ante cualquier molestia o lesión, acudir a un fisioterapeuta deportivo para una evaluación oportuna. La detección temprana evita complicaciones y acelera la recuperación. 

“Cada plan de rehabilitación es personalizado según la lesión y las necesidades del paciente, lo que permite un tratamiento específico, para una recuperación temprana”, asegura la fisioterapeuta de PraxMED.

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